El presidente Lenín Moreno explicó que se "sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan".
Ecuador alcanzó un acuerdo para detener su peor crisis en décadas, por lo que desde este lunes comenzaron las tareas para reparar los daños que dejaron 12 días de furia, en Quito, contra las medidas de austeridad anunciadas por el gobierno de Lenín Moreno, que se tradujeron en millonarias pérdidas, siete muertos y centenares de heridos y detenidos.
La capital fue escenario de violentas protestas, que finalizaron tras un acuerdo alcanzado entre el gobierno y el movimiento indígena que lideró las manifestaciones. La negociación fue cara a cara, con mediación de la ONU y la Iglesia católica.
En concreto, el Ejecutivo aceptó el pedido de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) para desmovilizar a miles de sus miembros que llegaron a la capital, además de derogar el decreto presidencial 883, que eliminó subsidios a combustibles y que había sido pactado con el FMI.
Esa medida, con la que el Estado iba a ahorrar 1.300 millones de dólares al año, generó el 3 de octubre alzas de hasta 123% en los precios del diésel y la gasolina, los más utilizados en el petrolero Ecuador, que afronta serios problemas financieros.
El presidente Moreno explicó que se "sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan".
Tras celebrar el acuerdo por las calles de Quito, los indígenas ecuatorianos empezaron a regresar a sus comunidades del interior, en medio del toque de queda y militarización impuesto para la capital.
PURANOTICIA