Con 67 años, "tal vez sea hora de que la alianza militar realice una honesta reflexión", escribe la periodista Danielle Ryan.
Danielle Ryan, periodista y analista irlandesa, escribe sobre el hecho de que "los cumpleaños siempre son un buen momento para hacer un balance de logros, tomar algunas decisiones y contemplar el camino a seguir", así que como "la OTAN cumple 67 hoy, tal vez sea hora de que realice una honesta reflexión".
Para esta periodista, el problema consiste en que, a veces, resulta difícil despedirse y nadie quiere admitir que sus días de gloria quedaron atrás. "Si nos guiamos por los últimos comentarios del comandante supremo de la OTAN en Europa, el general Philip Breedlove, la Alianza no realizará una salida elegante a corto plazo. Por lo contrario, el bloque de 28 miembros solo calibra sus esfuerzos en un intento por justificar su existencia y seguir siendo relevante", indica Ryan.
"No es un programa de paz, sino de guerra"
"Una vez que la URSS se derrumbó y dejó de existir en diciembre de 1991, la OTAN se quedó sin funciones" pero, en lugar de disolverse, incorporó a nuevos miembros en varias ampliaciones "que solo podían provocar a la Rusia moderna", opina la columnista.
Ryan recuerda que el senador estadounidense Robert A. Taft —hijo del que fue 27.º presidente estadounidense, William Howard Taft—, expresó abiertamente sus dudas sobre la conveniencia de la Alianza porque "creía que un bloque militar construido sobre naciones armadas contra la URSS podía dar a Moscú la sensación de estar rodeado y sentar las bases para una nueva guerra mundial".
En un discurso en el que Robert A. Taft explicaba su voto en contra de la formación de la alianza, aseguró que "no es un programa de paz, sino de guerra" y planteó: "¿Cómo nos sentiríamos si Rusia se comprometiera a armar a un país en nuestra frontera; México, por ejemplo?".
Durante el tiempo que ha existido, la OTAN ha servido principalmente a los intereses geoestratégicos de Washington, sostiene la analista, quien apunta que tanto hoy en día como en el pasado ha estado "mucho más cerca de crear Estados vasallos en Europa que cumplieran las órdenes de EE.UU. que de tratar de mantenerlos a salvo", debido a que "el objetivo era unir a tantos países como fuera posible bajo un paraguas favorable a Washington que rara vez, o nunca, cuestione la política exterior de EE.UU.".
"Cuando no existen amenazas, se las imagina"
La columnista hace hincapié en que Washington necesita hacer que la organización parezca útil para seguir ejerciendo su influencia política a través de ella y destaca el hecho de que "las intervenciones de la OTAN en las últimas dos décadas y media han tenido poco que ver con el mantenimiento de la seguridad de sus miembros", a pesar de que se afirma que su propósito esencial es "salvaguardar la libertad y la seguridad".
Asimismo, Ryan critica el supuesto tinte humanitario que tratan de tener sus intervenciones y, en el caso concreto de Libia, considera que "la OTAN proporcionó cobertura a una operación de cambio de régimen que Washington había planeado desde hace décadas".
"67 años después de su fundación, la OTAN existe sin una razón de peso. Cuando no hay amenazas, se las imagina. Donde las tensiones deberían de ser mínimas, las aumenta. En una visión de las cosas más amplia, solo sirve a los intereses de uno de sus miembros", sentencia la columnista.
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