"La policía hizo lo que tenía que hacer. Nunca fue la intención de matar a nadie. Ayudarlos sí, por lo menos a los rehenes",
Guatemala, 13 ene (EFE).- La defensa del que fuera jefe policial Pedro García Arredondo, único acusado en el juicio por la muerte de 37 personas quemadas en 1980 en la embajada de España en Guatemala, aseguró hoy que el fuego se originó "desde adentro" y que su representado "no evitó que nadie saliera" del lugar.
"La policía hizo lo que tenía que hacer. Nunca fue la intención de matar a nadie. Ayudarlos sí, por lo menos a los rehenes", afirmó el abogado defensor del acusado, Moisés Galindo, durante su argumento final en el proceso judicial.
En una intervención que duró alrededor de dos horas, Galindo dijo que en cualquier toma de rehenes hay "daños colaterales" y recordó el caso vivido la semana pasada en un supermercado judío en París, donde murieron cuatro personas retenidas en su interior.
El Tribunal B de Mayor Riesgo de Guatemala escuchó a la defensa y también a algunos miembros de la parte acusadora este martes. Después, convocó a ambas partes para una nueva audiencia el próximo lunes en la cual podría emitir su veredicto.
"El Ministerio Público la tenía cuesta arriba en este caso", concluyó el abogado defensor, pues en su opinión se "hizo una investigación bajo un concepto político".
Galindo, quien también fue defensor del que fuera golpista Efraín Ríos Montt en un caso por genocidio, intentó convencer a la judicatura de que el juicio "fue sacado del orden común y traído a un tribunal de alto impacto" por la ex fiscal general Claudia Paz y Paz (2010-2014), a quien asoció con la guerrilla en el conflicto armado interno.
La Fiscalía había solicitado el lunes una pena de 30 años de cárcel para Arredondo por cada una de las 37 víctimas, además de 80 años más por dos intentos de homicidio.
La masacre se registró el 31 de enero de 1980 cuando las fuerzas de seguridad del régimen militar de Guatemala que dirigía el general Fernando Romeo Lucas García (1924-2006) asaltaron la embajada española, después de que fuera ocupada por campesinos guatemaltecos.
En el asalto murieron quemadas 37 personas, entre ellas el cónsul español, Jaime Ruiz del Árbol Soler, y sus compatriotas y empleados de la delegación Luis Felipe Sanz y María Teresa Vázquez.
También fallecieron Vicente Menchú y Francisco Tum, padre y primo, respectivamente, de la nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchú, quien fue la primera testigo de la Fiscalía en contra del exjefe policial y quien además es una de los querellantes en el caso.
El embajador de España en Guatemala en aquel momento, Máximo Cajal y López, y el campesino guatemalteco Gregorio Yujá fueron los únicos supervivientes del asalto, aunque este último fue asesinado días después.
García Arredondo, de 69 años, dirigía un comando de la ahora extinta Policía Nacional y, según las investigaciones de la fiscalía, fue quien dio la orden de incendiar la embajada española, que había sido ocupada por un grupo de campesinos y estudiantes que denunciaban la represión militar.
El abogado defensor explicó que la embajada "se quemó desde adentro" y el fuego se originó "por las bombas molotov" que llevaban los ocupantes de la sede consular, quienes, según esa versión, se inmolaron.
Apenas una hora después, el tribunal escuchó a Menchú negar esa teoría de lo sucedido, en el espacio establecido por el juzgado para las apuntes finales de los querellantes.
"Mi padre jamás utilizó una pistola. Él era un dirigente campesino", aseguró la líder indígena.
La activista aseveró que su progenitor tampoco "utilizó jamás un uniforme guerrillero a pesar de que la defensa lo repitió en varias ocasiones".
"Y esto es lo que he escuchado en 35 años de mi vida. Ese día mataron a un dirigente campesino", añadió.
"Durante 35 años me han dicho 'ya vino la subversiva', 'ya vino la comunista' y 'ya vino la guerrillera'. Eso lo he escuchado durante 35 años también para las víctimas", recordó Menchú.
"Decir que eran subversivos o comunistas tampoco era una credencial para matarlos", concluyó.
La excandidata presidencial guatemalteca también manifestó su satisfacción por que el proceso judicial se concretara.
"Muchos nos dicen el porqué de ahora para este juicio. 'Ahora' para mí son 35 años desde que sucedió esto, y son 16 años desde que Sergio Vi y mi persona presentamos una querella para iniciar el juicio", puntualizó Menchú.
La fiscalía guatemalteca afirmó el lunes, durante la fase de conclusiones, que las 37 personas murieron en una "operación policial clandestina" ejecutada por la Policía Nacional (PN) del país centroamericano.
La quema de la embajada también fue enmarcada por la fiscalía como una maniobra de represión en pleno conflicto armado en Guatemala (1960-1996), un enfrentamiento que dejó unos 250.000 muertos y desaparecidos en la nación centroamericana.
García Arredondo fue condenado a 70 años de prisión en 2012 por la desaparición forzada de un estudiante en 1980. EFE
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