"Hoy marcamos el amanecer de un nuevo Medio Oriente", dijo este martes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya que el acuerdo se firmó en la Casa Blanca.
Delegaciones de alto nivel de Israel y Emiratos Árabes Unidos (EAU) firmaron este martes un histórico acuerdo de paz negociado por Estados Unidos en la Casa Blanca.
El ministro de Relaciones Exteriores de Bahréin también asistió al evento y firmó su propio acuerdo para normalizar las relaciones con Israel.
"Tras décadas de división y conflicto, hoy marcamos el amanecer de un nuevo Medio Oriente", subrayó Trump en el evento celebrado este martes, asegurando que "pronto" otros países firmarán acuerdos con el gobierno israelí, sin mencionar cuáles.
En esa línea, Netanyahu consideró que la "paz" firmada "eventualmente se expandirá para incluir a otros Estados árabes y al final acabar con el conflicto árabe-israelí de una vez por todas".
Estas son las razones por las que estos acuerdos son clave.
1. Los países del Golfo ven oportunidades de comercio (y más)
Los tratados son beneficiosos para los ambiciosos Emiratos, que se han convertido en una potencia militar, además de un lugar para hacer negocios o ir de vacaciones.
Parece como si Estados Unidos ayudara a sellar el trato con la promesa de avanzadas armas que en el pasado Emiratos Árabes Unidos apenas podía mirar por el escaparate. Entre ellas, el avión furtivo F-35 y el avión de guerra electrónica EA-18G.
Emiratos Árabes Unidos ha utilizado sus bien equipadas fuerzas armadas en Libia y Yemen. Pero su enemigo potencial más serio es Irán, justo al otro lado del Golfo.
Israel y Estados Unidos comparten las sospechas emiratíes sobre los iraníes. Bahréin también.
Hasta 1969, Irán solía afirmar que Bahréin formaba parte de su territorio por derecho propio. Los gobernantes sunitas de Bahréin también consideran algunas secciones de su inquieta mayoría chiíta como una posible quinta columna para Irán.
Ambos estados del Golfo ya tenían vínculos poco disimulados con Israel. Esperarán negociar abiertamente; Israel tiene uno de los sectores de la alta tecnología más avanzados del mundo.
En tiempos de no covid, los israelíes son ávidos turistas que estarán deseosos de explorar los desiertos, las playas y los centros comerciales del Golfo. Es un buen negocio en general.
2. Israel reduce su aislamiento regional
Normalizar las relaciones con EAU y Bahréin es un auténtico logro para los israelíes. El primer ministro Benjamin Netanyahu es partidario de la estrategia que fue descrita en la década de 1920 como el "Telón de Acero"entre el Estado judío y los árabes.
La idea es que la fuerza israelí al final hará que los árabes se den cuenta de que su única opción es reconocer su existencia.
A los israelíes no les gusta estar aislados en Medio Oriente. La paz con Egipto y Jordania nunca ha sido cálida. Podrían tener más esperanzas sobre las relaciones futuras con los países del Golfo, lejos del centro mando de Jerusalén y los territorios ocupados.
Fortalecer la alianza contra Irán es otra gran ventaja. Netanyahu ve a Irán como el enemigo número uno de Israel, y a veces ha llegado a comparar a sus líderes con los nazis. Ahora ha silenciado sus quejas originales sobre el posible acuerdo armamentístico de EAU.
Además, Netanyahu está asediado; enfrenta un juicio por corrupción que podría llevarlo a la cárcel. Su manejo de la pandemia de coronavirus comenzó bien y ha terminado muy mal. Y sus opositores organizan manifestaciones semanales frente a su residencia en Jerusalén.
Una ceremonia en la Casa Blanca no podía llegar en mejor momento.
3. Donald Trump celebra un "triunfo" en política exterior
El acuerdo beneficia de diversas maneras al presidente de Estados Unidos. Es un gran impulso para su estrategia de "máxima presión" sobre Irán. También es una munición útil, especialmente en un año electoral, para respaldar su alarde de que es el mejor negociador del mundo.
Cualquier cosa que beneficie a Israel, y más específicamente al gobierno de Benjamin Netanyahu, funciona para los votantes cristianos evangélicos estadounidenses, una parte importante de su base electoral.
La alianza de "amigos de Estados Unidos" contra Irán funcionaría mejor si los países del golfo Arábigo pudieran ser abiertos, en lugar de herméticos, sobre sus relaciones con Israel.
Pero los "Acuerdos de Abraham", como se conoce al acuerdo entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, son un cambio significativo en el equilibrio de poder en Medio Oriente, y están siendo presentados por la Casa Blanca de Trump como un gran triunfo en política exterior.
4. Los palestinos se sienten traicionados
Una vez más, se quedan con la peor parte. Palestina condenó los Acuerdos de Abraham como una traición. El nuevo trato rompe un antiguo consenso árabe de que el precio de las relaciones normales con Israel era la independencia de los palestinos.
Pero ahora Israel está cimentando nuevas relaciones públicas con los estados árabes, mientras los palestinos aún languidecen bajo la ocupación en Jerusalén Este y Cisjordania, y en lo que equivale a una prisión abierta en Gaza.
El príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, el gobernante de facto de EAU, dice que su precio por el trato fue el acuerdo de Israel de detener la anexión de gran parte de Cisjordania.
Pero el primer ministro Netanyahu parecía haberse alejado de la idea, al menos por ahora, debido a la abrumadora presión internacional. Los emiratíes le ofrecieron una salida de lo que se había convertido en un incómodo callejón sin salida político.
El nerviosismo palestino aumentará ahora que Bahréin se ha unido al acuerdo. Eso nunca hubiera sucedido sin la aprobación de Arabia Saudita. Los saudíes fueron los autores del plan de paz árabe que exigía la independencia palestina.
El estatus del rey Salman como custodio de los dos santuarios más sagrados del Islam le otorga una enorme autoridad. Es poco probable que, de repente, reconozca a Israel. Su hijo y heredero, Mohammed bin Salman, podría mostrarse menos reacio.
5. Irán tiene un nuevo dolor de cabeza estratégico
El acuerdo ha sido condenado rotundamente por los líderes iraníes. Es más que retórica. Los "Acuerdos de Abraham" los someten a una tensión adicional.
Las sanciones del presidente Trump ya están causando un verdadero dolor económico. Ahora también les suponen un dolor de cabeza estratégico.
Las bases aéreas locales de Israel están a un largo vuelo de Irán. Los Emiratos están al otro lado de las aguas del Golfo. Eso sería muy significativo si se volviera a hablar de ataques aéreos contra las instalaciones nucleares de Irán.
Israel, EE.UU., Bahréin y Emiratos Árabes Unidos tienen un abanico de nuevas opciones. Los iraníes creen que su margen de maniobra se ha reducido.
PURANOTICIA // BBC MUNDO