La coalición liderada por Arabia Saudita interviene hace más de dos años en el conflicto en Yemen.
Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Yemen rompieron el lunes sus lazos con Qatar, acusándolo de apoyar al terrorismo, lo que abre la peor brecha en años entre algunos de los estados más poderosos del mundo árabe.
Irán, desde hace tiempo en conflicto con Arabia Saudita y objetivo tras bambalinas de la medida, culpó de inmediato al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por preparar el escenario durante su reciente viaje a Riad.
Los estados del Golfo Pérsico y Egipto resentían desde hace tiempo el respaldo de Qatar a los islamistas, especialmente a los Hermanos Musulmanes, a los que consideran un peligroso enemigo político.
La medida coordinada, a la que más tarde se unió Yemen y el Gobierno de Libia que controla el este del país, agrava dramáticamente una disputa entre los países árabes, muchos de los cuales pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Al anunciar el cierre de sus vínculos de transporte con Qatar, los estados del Golfo Pérsico dieron a los visitantes y residentes de Qatar dos semanas para abandonar sus territorios. Qatar también fue expulsado de una coalición liderada por Arabia Saudita que lucha en Yemen.
Las consecuencias económicas surgieron inmediatamente, ya que la estatal Etihad Airways de Abu Dabi dijo que suspendería todos los vuelos desde y hacia Doha a partir del martes por la mañana hasta nuevo aviso.
La potencia petrolera Arabia Saudita acusó a Qatar de respaldar a grupos milicianos y de difundir su ideología, en una referencia aparente al influyente canal satelital estatal de Qatar, Al Jazeera.
"(Qatar) acoge a múltiples grupos terroristas y sectarios que buscan perturbar la estabilidad en la región, incluyendo los Hermanos Musulmanes, ISIS (Estado Islámico) y al Qaeda, y promueve constantemente el mensaje y los complots de estos grupos a través de sus medios", dijo la agencia estatal de noticias saudí SPA.
PURANOTICIA / REUTERS