El encargado de cerrar los bloques de humor del Festival de Viña del Mar apostó diálogos basados en anécdotas familiares y su vivencia, particularmente en los años 90.
Pedro Ruminot hizo reír al "monstruo" con su viaje al pasa y dedicó sus gaviotas a Gustavo Gatica y Fabiola Campillay.
El encargado de cerrar los bloques de humor del Festival de Viña del Mar apostó diálogos basados en anécdotas familiares y su vivencia, particularmente en los años 90.
Como parte de su acto, Ruminot tuvo artistas invitados que hicieron bailar y hacer un viaje por el tiempo al público.
En primer lugar, Ruminot invitó a Marcelo Barticciotto al escenario del Viña del Mar para cantar "Ya nada es importante".
Posteriormente, Frank Madero de "El Símbolo", interpretó "Canta" y "1 2 3" que hicieron bailar al público, a pesar que muchos de ello son muy jóvenes.
A pesar de la alegría al interpretar música de los 90, el humorista incluyó en su rutina mensajes políticos en favor del "Apruebo", de cara al plebiscito del próximo 26 'de abril y de solidaridad con las víctimas de la represión durante el estallido.
Incluso, Ruminot dedicó las gaviotas de oro y plata que le entregó "el monrtuo" a Gustavo gatica y Fabiola Campillay, quienes perdieron la vista por el actuar de carabineros, uno por disparo de perdigones y la segunda por impacto de perdigón en la cara.
Durante su actuación, el comediante obtuvo 37,9 puntos de raiting y alcanzó un peak de 43 a la 1:11 minutos.
Finalmente, en rueda de prensa Ruminot confesó que esta fue su última vez haciendo la rutina de Miami.
PURANOTICIA