Cristina González contó que la falda que se le cayó frente a Bachelet se la había prestado una amiga gordita.
Lo primero que Cristina González Cerda quiso hacer luego de que se le cayera la falda que había pedido prestada para ir a un acto en que le entregaron el título de dominio de su casa, fue salir arrancando, y si lo pensamos no es para menos mostrarle los calzones a la presindeta y menos con su privada confesión: No se había depilado.
Fue sólo un segundo el que bastó para que fuera inmortalizado el momento en que la prenda que le facilitó una amiga un poco más gordita se fuera guarda abajo y dejara al aire sus churrines blancos y las piernas que no se había depilado.
La viuda de 67 años que trabaja en la feria Los Nogales, dada su precaria situación económica no tenía la ropa adecuada para ir a la ceremonia en donde se regularizó la propiedad de su casa, que compró hace 34 años, y que nunca inscribió a su nombre.
Como la ocasión ameritaba vestir con elegancia, Cristina debió lucir la falda talla 48 prestada que se cayó justo cuando iba entrando la Jefa al acto que se realizó en la Quinta Normal.
En una entrevista con el diario La Cuarta, la tierna abuelita contó que "Primero quise arrancar porque me dio vergüenza, pero como no podía salir tuve que apechugar como mujer chilena que soy".
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