El humorista conquistó la Quinta Vergara y marcó un peak de 37 puntos.
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Contradiciendo las predicciones y posibles dudas sobre su presentación, Rodrigo González arrasó anoche en su debut en el Festival de Viña del Mar. Inmediatamente después de Eros Ramazzotti, el humorista salió a escena y poco se demoró en lograr la atención de los presentes de la mano de chistes cortos y rápidos.
Siendo la figura más desconocida de esta versión festivalera, González sorprendió y se lució con una rutina impecable y fluida que incluyó de todo un poco.
Y es que no sólo se rió de la contingencia política, aludiendo a casos como Caval, sino que además llevó su stand up hacia la idiosincrasia chilena, comparó las generaciones de ayer y hoy, y bromeó con los desastres naturales.
Después de 40 minutos, Rodrigo González fue premiado con la Gaviota de Plata y con la Gaviota de Oro, entre la ovación de la audiencia y las lágrimas del humorista. En televisión, su rutina marcó el peak de la noche, alcanzando los 37 puntos de rating on-line.
En la conferencia de prensa post-show, el comediante que arrastra 11 años de trayectoria reveló algunas de sus impresiones. "Estaba muy nervioso, me preparé harto, pero nunca sentí cuando tuve al público en la mano", señaló el actor y libretista, quien, hace solo unas semanas, había sido pifiado en el Festival de Pozo Almonte.
"La experiencia de Pozo Almonte me sirvió, porque al minuto 25 me fui a la punta del cerro. Entonces, tenía miedo que el público se me fuera en el minuto 30. Jamás me sentí triunfador y eso creo que es bueno. Creo que el fracaso te enseña muchas cosas", añadió el también propietario del Comedy Restobar.
Pero a pesar de los miedos, el humorista siempre estuvo confiado en su trabajo y en el de sus libretistas, entre ellos, León Murillo y Jorge Alís.
Todo eso en el ámbito profesional, porque aún con todo el triunfo festivalero, Rodrigo González no pudo seguramente dejar de pensar en su madre, afectada por mal de Parkinson, según lo señaló en declaraciones en el backstage del Festival, tras su portentosa actuación en la Quinta Vergara. Incluso en videos de presentación, González se sinceraba al decir que "mi vieja tiene Parkinson, que es una enfermedad terrible, es degenerativa y los medicamentos son caros en Chile. Es como el Alzheimer, que no tiene vuelta atrás".
PURANOTICIA
