El periodista de CHV aseguró que "la sacamos barata" porque "nos metimos en el restaurante y nos quedamos ahí completamente indefensos".
Luego que el periodista de CHV, Roberto Cox, viviera un tenso momento mientras realizaba un despacho en vivo para el noticiero del canal, analizó el incidente que terminó con el profesional escondido en un restaurante.
Mientras reporteaba las manifestaciones en plaza Ñuñoa, el comunicador fue increpado por un grupo de personas, quienes le recriminaban su presencia en el lugar.
"Llegué a plaza Ñuñoa por el cacerolazo. Hicimos un móvil, donde todo se desarrolló con calma, entrevistando a la gente, fue pacífico. Minutos después hicimos otro y de repente llegaron dos personas a acusarnos de que mentimos, que escondemos información", comenzó diciendo Cox al diario La Cuarta.
Además, sostuvo que "el que ahora yo esté de conductor de noticias en CHV fue como una agravante. De dos pasaron a 20 personas, quienes a empujones e insultos nos sacaron del lugar".
No obstante, explicó que cuando el tema se estaba poniendo más violento "vi que podía pasar a mayores", por lo que "con el camarógrafo decidimos entrar al local Las Lanzas. Si seguíamos caminando hacia el auto, arriesgábamos a que la agresión fuera subiendo".
También señaló que "entramos y los manifestantes se quedaron afuera, esperando que saliéramos, con insultos, gritos, golpeando la ventana".
Finalmente dijo respecto a la consulta de si temió por su vida que "si se te vienen 20 personas encima y con los ánimos tan exaltados, puede pasar a mayores. La sacamos barata porque nos metimos en el restaurante y nos quedamos ahí completamente indefensos. Leí por ahí que nos habían hecho una funa, pero lo que nos pasó fue una agresión".
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