
El sensual vestuario que Rihanna utilizó para el "after party" de la Met Gala en Nueva York, le pasó la cuenta.
No bastó con ser criticada por su extravagante vestido amarillo que ocupó para la gala del Met, sino que además en el after de la fiesta, la cantante de Barbados ocupó una blusa transparente que le paso la cuenta.
La prenda apenas cubría sus pezones, con dos pedacitos de tela negra y cuando la cantante se dirigía a la fiesta, la blusa simplemente se le movió y dejó al descubierto sus partes más íntimas.
Y como es costumbre, los fotógrafos captaron el accidentado momento.
Revisa la galería:
Pn/gm