La actriz y ex Ministra de Cultura detalló cómo ha afectado la pandemia en la enfermedad, asegurando que "ha sido de una manera dramática".
La mañana de este jueves, el matinal de Mega "Mucho Gusto", le dedicó un especial segmento de su programa a conversar sobre el alzheimer, razón por la que estuvo en el panel la actriz Paulina Urrutia, quien ha vivido esta realidad, luego de que su pareja, Augusto Góngora, fuera diagnosticado de esta enfermedad en el año 2014.
"Nuestros enfermos, incluyendo Augusto, les ha avanzado muchísimo la enfermedad por la pandemia", comenzó relatando la actriz, quien luego agregó: "La situación de aislamiento, el hecho de no tener contacto con los parientes, la rutina que teníamos antes de poder salir, caminar, andar en micro, en metro, en fin, ha afectado de una manera dramática y ha acelerado mucho todos los procesos".
"Augusto tiene siete años con la enfermedad, ya le es muy difícil caminar. Depende para todo, para comer, para bañarse. Ha avanzado muchísimo la enfermedad", detalló.
"Es importante que como sociedad vayamos aprendiendo estas etapas, porque ¿por qué va a ser difícil amar a una persona que no te reconoce? Una guagua no te reconoce", añadió la ex Ministra de Cultura.
En ese momento, el conductor del espacio José Antonio Neme le preguntó por el ámbito sentimental, ya que además de ser cuidadora, hay un vínculo amoroso entre ambos.
"Yo siento que aún me ama. Soy la mujer más feliz del mundo. Puedo acostarme junto al Augusto, tomarle la mano y si se angustia, se desvela, decirle 'tú eres Augusto Góngora, estás en tu casa, y estás con la Pauli' y que él me diga 'eso es bueno', le respondió Urrutia.
"Yo no sé si será mi voz, pero es calmar al otro, es que cuente contigo, y yo poder contar con él. Ese vínculo... no importa que no se acuerde de mí. Yo no estoy enamorada del Augusto de antes... yo estoy enamorada de él, ahora", agregó para finalizar.
Posteriormente, la intérprete quiso agregar una potente reflexión: "Yo creo que ahí hay algo que tenemos que aprender como sociedad, a amar no sólo las luces, los triunfos y las grandes conquistas del ser humano, sino que también la precariedad y las fallas".
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