Mario Velasco: "Hoy estoy preparado para casarme"

Simpático y con la seguridad que caracteriza a un amante de las comunicaciones, Mario Velasco, el "anfibio", se sintió a gusto rodeado de mujeres en el estelar femenino de la televisión. "Es que en mi familia son todas mujeres, entonces he aprendido a respetarlas y a convivir con ellas", comentó entre risas el otrora conductor de televisión.

Luego, como era de esperarse, la seguridad del "vampiro de Monte Grande", como lo apodaron alguna vez los medios, se fue debilitando por la conversación sostenida con la conductora del espacio de Vive!, la periodista Ana Sol Romero, que logró que se abriera plenamente en una conversación sincera al punto tal de confesar que luego de más de un año de soltería se sentía un poco solo llegando a su casa cada tarde: "Soy medio malo para la soledad... y extraño hacer cucharita", confesó Velasco; agregando que echaba de menos la compañía estable de una mujer al punto tal de sentirse preparado para casarse. Aclaró de todas maneras, "estable", dado que durante este año, si bien no se le ha conocido una pareja, ha estado muy lejos de tener una sequía amorosa, según reveló con la picardía que lo caracteriza: "Igual uno por ahí tiene amigas... ¿quién es uno para negarse?"

Y de ahí no paró. Ya en confianza plena y entregado, contó que la intimidad con una pareja estable era mejor que con una esporádica, y que a él le gustaba ser "un esclavo sexual" a la hora de. Que había tenido un encuentro sexual en el baño del departamento de un amigo, y que al salir, todos los presentes terminaron aplaudiéndolo.

Reveló a su vez que era de los hombres que ocupaba la técnica del "racimo de uvas", mandar mensajes a varias mujeres para ver quien "enganchaba" para salir juntos, y que a raíz de aquello fue el famoso episodio de "las arañitas" (que finalmente eras tres mujeres peleando por su amor, y no solo dos), pero que ese episodio había quedado ya en el pasado, y que hoy se arrepentía de lo sucedido pensando fríamente en ello.

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