El diputado de Izquierda Autónoma asistió junto a su pareja a la última noche del Festival de Viña.
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No es común que las autoridades políticas vean de pie el Festival de Viña del Mar, y menos, desde la galería. Y eso le ocurrió al diputado Boric por llegar sobre la hora al espectáculo.
Cuando Cat Stevens tocaba la tercera canción de su repertorio, Gabriel Boric seguía dando vueltas en galería en busca de un asiento, el que finalmente no encontró. Cuando vio que iba a ser imposible sentarse, renunció a su búsqueda, y decidió ubicarse junto al resto de la gente que no logró puesto en el borde de la baranda.
Con una camisa verde oscuro y un jockey de Tool, el diputado pasó casi desapercibido en el público y pudo disfrutar el show en tranquilidad con su pareja. Al concluir la presentación del artista británico, el diputado abandonó rápidamente la Quinta Vergara.
Pn/gm
Agencia Trayectos.
