La actriz se vio obligada a dejar el que fue su hogar en Lo Barnechea por más de una década, ya que la inseguridad era insostenible para su familia.
La pesadilla para Francisca Merino comenzó en 2013, cuando la actriz y ex rostro de televisión sufrió el primer robo en su hogar de la comuna de Lo Barnechea, vivienda que ocupó por más de una década y donde crecieron dos de sus hijos.
Desde ese primer incidente, una seguidilla de asaltos comenzó a afectar a su familia, según contó la actriz. "Tenía que irme de esa casa. Viví más de una década y en los últimos siete años ya me tenían de casera; una vez entraron dos veces en un día. Siempre era cuando no había nadie en la casa, pero estaba latente esa pregunta: ¿y qué pasaría si estuviéramos en la casa?", detalló, asegurando que ninguna de las medidas que tomó sirvió para alejar a los maleantes.
"Le puse cámaras y cerco eléctrico, pero igual entraban como Pedro por su casa", aseveró.
En este contexto, Francisca tomó la tajante decisión de abandonar el lugar. En primera instancia se mudó a un departamento, pero vino la pandemia y ahí, tanto ella como sus niños, sintieron el encierro, así que apenas pudo buscó una nueva casa y la encontró en un condominio, donde asegura se siente un poco más tranquila.
"Es algo temporal, a corto plazo. La buscamos para darnos espacio y aire en momentos en que con la pandemia estamos más en la casa sin poder salir", detalló a LUN.
Cabe mencionar que Francisca se mantiene hoy alejada de la televisión, pero muy conectada con sus seguidores, principalmente a través de «Tacones lejanos», el live de Instagram que realiza los jueves desde su cuenta personal.
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