La actriz intenta aprovechar al máximo cada nueva oportunidad laboral porque no sabe cuándo dejarán de llegarle ofertas interpretativas
Lo último que debería preocupar a una flamante candidata al Óscar como Emma Stone -nominada en la categoría de Mejor Actriz de Reparto por su papel en 'Birdman'- es el futuro de su carrera profesional. Sin embargo, la joven intérprete nunca ha sido capaz de desprenderse de la sensación de que su fama y las ofertas de trabajo podrían esfumarse de la noche a la mañana, por lo que trata de aprender lo más posible mientras todavía puede.
"Todo esto ha sido maravilloso pero también todo un desafío, y con [mis personajes en] 'Birdman' y 'Cabaret' he explorado registros a los que no me había acercado nunca antes. Me siento afortunada de poder hacerlo, y no sé cuánto durará esta oportunidad, así que estoy intentando aprender tanto como pueda mientras pueda", explicó a la revista Psychologies.
Independientemente de qué le tenga preparado el destino, Emma se considera "afortunada" por haber tenido clara su vocación de actriz desde los 11 años.
"Soy de Phoenix, Arizona, y ese fue un lugar muy agradable para crecer. Había un teatro para niños y jóvenes en el que pude jugar a improvisar desde muy pequeña. Tenía 11 años cuando empecé. Saber cuál es tu pasión a esa edad, bueno, tuve mucha suerte. Creo que ya sabía que quería actuar cuando tenía 7 años, en mi primera obra escolar", confesó.
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