232 millones sería el total del monto que ha perdido la actriz.
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Un duro momento ha dado a conocer Francisca Merino de lo que le ha pasado en los últimos dos años. La actriz en el programa Bienvenidos dio a conocer que la llevó a interponer una demanda por estafa por 232 millones de pesos contra su ex pareja quien la habría defraudado perdiendo ella una casa en la playa, un auto y sufrir múltiples embargos que la tienen agobiada.
Fue el diario La Cuarta el primero en develar aspectos de la demanda interpuesta por la actriz en donde todo desencadena luego de una serie de firmas en blanco de diferentes pagares y otros documentos que Francisca le firmó a su pareja.
"Lo que éste (Claudio Labbé) me pedía que firmara, yo lo hacía sin ninguna desconfianza ni revisión", señala Francisca en la demanda, donde detalla que su ex marido al ser descubierto por la actriz le confesó que, "Presionado por Sergio Jalaff y Mario Dabed, y atendida la situación precaria de la empresa Comercial South Farms Limitada, los tres se habían puesto de acuerdo para engañarme y me habían hecho firmar una venta de mi terreno en Maitencillo en beneficio de la empresa de su 'amigo' Sergio y del hijo de Mario Dabed 'Global Soluciones Financieras S.A.', con el fin de pagar deudas que eran también millonarias, pero que nada tenían que ver conmigo".
Por otro lado en el programa Bienvenidos de Canal 13 la actriz entregó mas detalle del dificil proceso que ha llevado estos últimos meses, "Yo nunca les he pedido plata, ni luca, ni 100 pesos, literalmente y hace dos años que me han perseguido por deudas que yo no tengo con ellos, y los dueños son estos dos personajes que yo no quiero nombrar y que uno de ellos era gran amigo de mi marido", partió señalando en el espacio matinal.
"¿No leíste los papeles?" le consultó Scarleth Cárdenas. "No los leí, fue un día en la mañana, yo estaba a punto de parir y además yo confié, o sea cómo no iba a confiar en mi marido y en el padrino de mi hijo", sentenció la actriz.
Francisca confesó que esta dura etapa de su vida, que la dejó sin marido, sin automóvil, sin casa en la playa, "Lo quiero tomar como budista que soy, que esto es algo que tengo que aprender, que no me quedó otra que asumir, que involucra muchos afectos que yo ya internamente lo tengo muy asumido, que llevo dos años llorando".
PURANOTICIA
