"Abba Voyage" será el noveno álbum de estudio de la banda y llegará 40 años después del lanzamiento de "The Visitors" en 1981.
Cuando tenía tres años, mis padres me llevaron a ver "ABBA: la película" en el Hampstead Classic Cinema de Londres.
A esa edad ya era un fanático extremo del grupo. Me había aprendido de memoria Nina, Pretty Ballerina (lo lamento, vecinos) y mi maestra de la guardería estaba preocupada porque seguía escribiendo la letra B al revés.
Poco sofisticada, pensé. ¿O acaso no conocía el logo de Abba?
Mis padres debieron haber imaginado lo que vendría cuando las luces se apagaron y mis héroes aparecieron en la gran pantalla.
Cuando la banda comenzó a tocar "Tiger", me paré en mi silla con toda mi altura y canté lo más fuerte que pude.
Y así estuve por los siguientes 90 minutos mientras mi familia se hundía cada vez más en sus asientos.
"Perdieron su energía interna"
Mi amor por los creadores de grandes éxitos suecos aumentó y disminuyó en las siguientes década, pero sus canciones quedaron en mi mente: la apertura de "Dancing Queen", la voz retorcida de "Take a Chance On Me", y hasta la extrañamente perversa letra de "Two for the Price of One".
Después de que la banda se separase, admiré el hecho de que se negasen a reunificarse, superando cualquier dificultad y ofertas de US$1.000 millones en efectivo.
En mi opinión, era lo único que podían hacer. La intimidad y la confianza de los integrantes de Abba como parejas (Benny con Frida, Bjon con Agnetha, y Benny y Bjorn como compañeros de escritura) les permitió innovar, libres de la interferencia de extraños.
Pero cuando los matrimonios se disolvieron a principios de los 80, perdieron su energía interna. Su último sencillo, Under Attack, resultó ser anticuado y decepcionante. En Reino Unido, donde la banda rivalizó por un momento con Los Beatles en ventas, se ubicó en el número 26.
"Simplemente estábamos empezando a perder contacto con la corriente principal de la música pop", admitió Bjorn más tarde. "Solo puedes ser parte de esa corriente, esa fuerza notable y misteriosa que es tan difícil de definir, por un tiempo limitado".
Así que cuando la banda anunció hace tres años que estarían de regreso en los estudios, sentí una mezcla de alegría y terror. Los retrasos posteriores, atribuidos a la prolongada producción de un espectáculo teatral, no hicieron nada para disipar mis temores.
"Abba Voyage" será el noveno álbum de estudio de la banda y llegará 40 años después del lanzamiento de "The Visitors" en 1981.
Pero aquí estamos en 2021 con el primer material de ABBA desde que ET se estranara. Y me complace informar que no han arruinado su legado.
Nos unimos a Abba, no como los voyeurs de Voulez-Vous y Dancing Queen; sino como lo que son ahora, en sus 70, recordando sus vidas y mirando atrás a la música que hicieron en su mejor momento.
"Nunca miramos cómo se ven las listas de éxitos de hoy", confirmó Bjorn en una conferencia de prensa para anunciar su nuevo material. "Decidimos desde el principio escribir las mejores canciones que pudiésemos".
"No estamos compitiendo contra Drake y todos estos otros muchachos", agregó. "No podemos hacer eso porque no entiendo cuáles son los ingredientes de las canciones que funcionan hoy en día, así que es imposible de emular".
Luchadores en un ring
La canción principal, "I Still Have Faith in You", es una oda a su amistad y a los lazos que han madurado y sobrevivido a pesar del divorcio y la angustia.
"Hubo una unión de corazón y mente, uno de esos que son raros", cantan sobre un suave sonido orquestal.
Lenta y majestuosamente, llega hasta un clímax lleno de poderosos acordes y deslumbrantes armonías, como dice el cuarteto: "A través de la alegría y el dolor, tenemos una historia que sobrevivió".
Si se siente como una vuelta victoriosa, resulta justo. Abba fue vilipendiada cruel e injustamente durante su apogeo.
Pero a través de una cuidadosa selección de su catálogo anterior, en particular la recopilación de grandes éxitos Abba Gold y el musical Mamma Mia!, la banda recuperó lentamente su corona como el grupo de pop más venerado y querido de la década de los 70.
Y aunque la canción se inspiró en su amistad, la línea "Nos necesitamos unos a otros, como luchadores en un ring" parece dirigida a los fans que permanecieron a su lado.
La segunda canción tiene menos resonancia emocional, pero su ritmo rápido debería hacerla popular en la radio y en los servicios de streaming.
Llamada "Don't Shut Me Down", es otro de los dramas pop de Benny y Bjorn, esta vez contando la historia de una mujer que reencuentra con un antiguo amante, merodeando por su antiguo apartamento hasta que reúne el valor para llamar a su puerta.
Agnetha, siempre la artífice de las historias trágicas ("Hasta Mañana", "Chiquitita" o "The Winner Takes It All"), toma la voz principal, impregnando la canción de una melodía nostálgica mientras pide perdón. Los acordes cambiantes del piano de Benny subrayan su incertidumbre.
Después de defender su caso ("he aprendido a sobrellevar la situación, y el amor y la esperanza es la razón por la que estoy aquí ahora"), la canción termina con suspense mientras esperamos la respuesta de su pareja, pero nunca llega. Es una pieza ingeniosa de escritura pop de dos maestros del género.
El cuarteto en los 70: Bjorn, Agnetha, Benny y Anni-Frid.
En ambas canciones, Benny y Bjorn evitan la trampa de intentar recuperar su juventud. Estas son canciones de sus años otoñales, que recuerdan sus vidas, amores, triunfos y errores. El lienzo es el mismo, pero los colores son más opacos.
Entonces, ¿estaré de pie en una silla cantando estas nuevas canciones cuando Abba lance sus "conciertos virtuales" en Londres el próximo año?
Bueno, ¿por qué no? Encontraremos consuelo juntos, como hacen los viejos amigos.
PURANOTICIA // BBC MUNDO