Al escocés le alcanzaron dos horas para derrotar a Tomas Berdych con un triple 6-3 y alcanzar su tercera final de Wimbledon, en la que enfrentará a Raonic.
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Andy Murray (3), el mismo que en 2013 terminara con la maldición de 77 años sin títulos de Wimbledon para un tenista británico, está a un paso de inscribir nuevamente su nombre en la historia del All England tras superar en semifinales a Tomas Berdych (9) por un triple 6-3 en apenas dos horas de juego.
El escocés mostró un tenis brillante como durante todo el torneo -con excepción de esos dos sets perdidos ante Tsonga en los cuartos de final-, metió 20 tiros ganadores, tuvo apenas 9 errores no forzados (Berdych marcó 32-30) y tomó 5 de 10 posibilidades de quiebre, contra 1 de 3 de su rival.
De esta manera, Murray confirma su favoritismo para el título desde la eliminación de Novak Djokovic ante Sam Querrey y alcanzó su tercera final de Grand Slam consecutiva. En Australia y Roland Garros, el número 1 del mundo le arrebató el trofeo, pero en este Wimbledon la historia puede ser distinta: enfrente estará Milos Raonic (6), contra quien tiene un récord favorable de 6 partidos ganados y 3 perdidos.
Además, para Andy será su tercera final en el césped del All England, donde perdió con Federer en 2012 y venció a Djokovic en 2013, y la 11ª por un título de Grand Slam: perdió las 5 que jugó en Australia, fue derrota en Roland Garros este año y ganó el US Open 2012, donde había llegado a su primera final en 2008.
