El referí chileno señaló que "no estaban las condiciones" para realizar el partido en el Nacional lo que calificó como "muy triste".
Por segundo año consecutivo, Roberto Tobar se dio el lujo de arbitrar una final de Copa Libertadores. Este 2019 el juez chileno lo hizo para dirigir la definición entre River Plate y Flamengo en el estadio Monumental de Lima, donde tuvo una buena actuación.
Eso sí, la felicidad no pudo ser completa para el criollo, debido a que el cotejo se trasladó de Santiago a Perú por la crisis social que se vive hace ya más de un mes en el país. Por eso, lamentó la situación.
"Es muy triste que hayamos tenido la opción de realizar la primera final única y no poder recibirla. No estaban las condiciones", reconoció el réferi a La Tercera.
"Me hubiese encantando estar en Chile, pero, por lo que está pasando, difícilmente se pudo haber jugado", añadió el juez nacional.
Sobre los intentos de la ANFP y el Gobierno de realizar la final de la Copa Libertadores en el estadio Nacional, Tobar sostuvo: "Eran varios meses de preparación, mucha inversión en arreglar el estadio. Había mucho esfuerzo. Era una final muy importante y se estiró tratando de dar las garantías, pero todos nos dimos cuenta que era imposible".
Además, se refirió a los problemas para volver con el Campeonato Nacional y dijo esperar que se pueda reanudar: "Hay gente que depende del fútbol, que quiere trabajar, pero siempre en apoyo a la sociedad, que pide equidad que necesitamos, a la justicia que reclama la gente".
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