El director deportivo de Azul Azul aseguró que en Universidad de Chile todavía no analizan el trabajo del técnico venezolano.
Si bien Universidad de Chile depende de sí misma para evitar el partido por la promoción, y que todavía lucha por clasificar a la Copa Libertadores 2021, la continuidad de Rafael Dudamel en la banca del cuadro estudiantil se encuentra en toda una incertidumbre.
De hecho, este miércoles Sergio Vargas, uno de los directores deportivos de Azul Azul, aseguró que todavía no hacen una evaluación del trabajo del técnico venezolano.
"Recién van 12 partidos, hay un campeonato en desarrollo. No es el momento de hacer evaluaciones. Me ha tocado estar en equipos donde las cosas han comenzado mal y terminan bien, y viceversa. Uno no puede analizar las cosas en la mitad del camino, hay que dejar que las cosas se desarrollen y ver con tranquilidad el resultado. A final del campeonato habrá una primera evaluación. Hay distintas formas, si se cumplieron los objetivos o no", reconoció "Superman" en conversación con radio Cooperativa.
Sobre la rotativa de entrenadores, donde en los últimos cuatro años han tenido ocho DTs, el ex portero sostuvo: "No es el mejor escenario para trabajar, pero lo importante es tener claro el rumbo y el proyecto. Muchas veces, con la cantidad de cambios los objetivos van variando, depende de la persona. La gran meta es tener un proyecto a nivel club. Que haya un lineamiento que no debe variar a pesar de los resultados. No es lo ideal cambiar técnicos en poco tiempo, pero hoy hay menos paciencia. lo primero es tener una identidad y una filosofía de juego".
En cuanto a su labor como director deportivo, Vargas comentó: "Es un puesto muy complicado. La función de la gerencia deportiva no está bien entendida. A veces te sientes cómodo y otras veces no. Yo me extralimito con las responsabilidades, al igual como cuando era jugador. Mi cabeza no descansa. A veces me veo impotente, tienes que intentar convencer de repente, pero ahí está lo lindo. Es un gran desafío y estoy acostumbrado a la presión, a los insultos y las críticas. Tiene complejidad ser director deportivo. Dejo el corazón, el alma y la vida por la U".
"La última palabra siempre la tiene el directorio, pero terminan analizando la propuesta nuestra. El 90% de las cosas vienen de la dirección deportiva y nos hacemos responsables de lo positivo y lo negativo. Hemos tenido un porcentaje alto de buenas decisiones", completó.
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