Cuando todo estaba listo para un empate, el equipo de Pep Guardiola ganó 2-1 con un tanto de Raheem Sterling en el minuto siete de reposición. El juez había dado apenas cinco.
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Parecía un empate escueto, un mal resultado para Manchester City y algo histórico para Bournemouth que por fin le sacaba un empate al equipo ciudadano por Premier League. Pero no. Minuto 97 de reposición (el cuarto árbitro había dado cinco), el conjunto de Pep Guardiola al ataque, la pelota cruza el área y Raheem Sterling, con la frialdad del goleador, patea al arco, el balón se desvía en un defensor y se mete lentamente en el arco. Gol para el City, victoria para el City por 2-1, desazón para los locales, para una afición que miraba impávida lo que sucedía en la cancha.
Los locales se habían ido adelante con un tanto de Charlie Daniels en el minuto 13 y quien hizo recordar a más de uno la pegada de Roberto Carlos, pues tomó la pelota con el borde externo, con los tres dedos de su pie izquierdo, y soltó un misil imposible para Ederson ¡Golazo! Sin embargo, la ventaja duró poco, pues Gabriel Jesús igualó de penal en el 21'.
Desde ese momento, todo trámite, pocas emociones, mucho choque. Hasta la jugada polémica, no por su gestación sino por el reloj que marcaba dos minutos más de los dados. Guardiola se abrazó con su cuerpo técnico. Sterling recibió amarilla por el festejo, la segunda, y fue expulsado luego de ser el héroe del día.
Quinta victoria en cinco partidos por Premier para Manchester City sobre Bournemouth, que en esa misma cantidad de duelos ha recibido 16 tantos y solo ha podido anotar dos. Lo lindo de la liga inglesa y lo impredecible del fútbol tiene festejando hoy al DT español, quien pasó de sumar con sus dirigidos apenas un punto de seis posibles a tener cuatro en la caja. Todo en cuestión de minutos.
WHAT A MOMENT. pic.twitter.com/NIcEPbYtSQ
— Manchester City (@ManCity) 26 de agosto de 2017
PURANOTICIA / DIRECTV SPORTS
