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La Rojiblanca celebró la clasificación mundialista al superar el repechaje, mediante su victoria en Lima por 2-0.
¡Perú está de fiesta! Después de 36 años volverá a disputar un Mundial luego de haber derrotado a Nueva Zelanda por 2-0 en el Estadio Nacional de Lima, por el repechaje que entregó el último cupo hacia Rusia 2018. Tras el empate sin goles en las antípodas en las últimas horas del viernes, los de Ricardo Gareca se hicieron cargo de la responsabilidad y no sufrieron presión para controlar a un rival que estuvo lejos intimidar con su juego. Cumplieron la meta y serán una de las 32 selecciones que participarán del gran evento futbolístico del año próximo.
El conjunto local aprovechó bien la proyección de sus laterales y avisó a los 3 minutos con un zurdazo desde 20 metros de Luis Advíncula, quien se movió de la derecha hacia adentro previo a que su disparo reventara el travesaño. Miguel Trauco también fue incisivo por la banda izquierda, aunque sus reiterados centros encontraron las manos del portero Stefan Marinovic.
Como se esperaba, la inclusión de Raúl Ruidíaz le dio velocidad al ataque y mayor alternativa, mientras que Édison Flores fue otro de los encargados de conducir en el dominio absoluto que estableció su equipo. A su vez, Andy Polo buscó desequilibrar por la derecha a partir de su rapidez.
Los peruanos contaron con el manejo del balón, lo movieron de un costado a otro, pero le costó penetrar la férrea defensa oceánica. Hasta que un contragolpe encabezado por el veloz Christian Cueva derivó en un desborde del centrocampista de Sao Paulo por la izquierda y, tras pisar el área, tocó atrás para que Jefferson Farfán pudiera frenar el balón y sacudir con fuerza un remate imposible de tapar para el arquero visitante. Festejo desatado del jugador de dorsal 10, que sacó una camiseta con el 9 como dedicatoria a un símbolo, el suspendido Paolo Guerrero.
Perú se llenó de alivio al tener la ventaja. Sabía que la obligación y la presión pasaba del lado neozelandés. De todos modos, se mostró inofensivo y con falta de cohesión como para asustar al dueño de casa.
Con la entrada de Chris Wood en el complemento, Nueva Zelanda intentó ganar peso en la ofensiva, pero apenas un cabezazo bien tapado por Pedro Gallese en una acción que finalmente quedó anulada por supuesta infracción, fue la única amenaza.
Pese a la necesidad de igualar, el combinado peruano volvió a tomar la tenencia del juego y, a los 19', fue Christian Ramos el que capturó el balón dentro del área tras un córner y definió a voluntad para ampliar la distancia en el resultado y que el Estadio Nacional volviera a explotar.
El partido entró luego en un bache: los oceánicos no llegaron a crear las ocasiones necesarias que les posibilitaran descontar y los locales se mantuvieron a la expectativa de los espacios y de las contras, para las cuales ingresó André Carrillo.
La Selección peruana cumplió el sueño propio y el de todo un país, después de transitar por unas sufridas Eliminatorias sudamericanas en las que pasó de sentirse lejos a tener vida por un fallo del TAS que la favoreció y la puso en carrera. Pero sus méritos, una vez que sus chances se reflotaron, fueron indiscutidos. El ciclo y el trabajo del Tigre Gareca dieron sus frutos y Perú podrá disfrutar de la máxima competencia en el 2018.
PURANOTICIA / DIRECTV SPORTS