Han pasado casi diez meses desde que Paul Capdeville se retiró del tenis por los constantes dolores en su espalda.
El presente del ahora ex jugador nacional es completamente diferente. Su mente ahora está concentrada en su labor en la empresa familiar ligada a la minería, la cual le ha permitido prácticamente desconectarse y no extrañar el deporte que dejó el pasado 16 de abril en el Challenger de Santiago, cuando cayó en la segunda ronda ante el australiano James Duckworth.
"Ha sido una época de limpieza espiritual, de muchos años jugando al tenis, compitiendo, viajando, estando fuera de casa, de la familia, que es algo desgastante. Ha sido un año muy bueno, entretenido. Me pude insertar en el mundo empresarial rápidamente. Armé una empresa junto a mi padre, hermano, entonces realmente ha sido una parte que me debía y le debía a mi familia", confiesa desde su oficina ubicada en Las Condes.
Pero la inactividad tendrá una pausa. Es que la semana pasada sorprendió al anunciar que volverá a la actividad en las próximas semanas al participar en un par de torneos Futuros y el Challenger de Santiago. Además de ratificar la noticia, se refiere a las críticas con las que tuvo que lidiar en sus 15 años de carrera profesional, donde llegó a ser 76 del mundo. Es Paul Capdeville a fondo.
-¿Cómo surgió la idea de volver a disputar torneos profesionales?
-El otro día revisé que todavía tenía ranking (actualmente es 1183 de la ATP). Entonces en vez de jugar con algunos amigos, que son más o menos malos, tenía ganas de entrenar un poquito. Entreno casi todos los días en el gimnasio y jugar un torneo, al lado de mi casa, en el Club Providencia, que es un Futuro, es como para molestar un rato (risas). Pero la idea es jugar el cuadro principal del Futuro porque me queda ranking. En el Challenger de Santiago jugaré la qualy. También quiero llegar un poco preparado, porque cuando juego todavía me sigue doliendo la espalda. Además, ganas de sufrir no tengo porque no hay que dar la hora.
-¿Cómo fue convivir con las constantes críticas en tu carrera?
-Es parte de la idiosincrasia de acá. Una cosa que me ha sido muy rara o chistosa es que ahora que me retiré, la gente me para en la calle y me agradece mucho por lo que uno hizo por el país y los partidos que jugó. Yo digo siempre lo mismo ¿por qué esa misma sensación no la tenía cuando jugaba? porque claro, acá en Chile somos muy elitistas y queremos que todos sean top ten. No hay otro margen. Y de repente cuando eres top ten por qué no eres número uno del mundo como el "Chino" Ríos. Pero eso pasa sólo en el tenis.
-En ese sentido, tuviste que vivir bajo la sombra de Ríos, González y Massú...
-Sí, porque si uno lo ve en perspectiva, ellos fueron unos "monstruos" dentro del tenis. Ellos son reconocidos mundialmente, hicieron grandes cosas, no solamente en Chile, sino hacia el tenis mundial. Y lamentablemente para mí, yo era 70 de mundo y no había hecho nada. Pero lo vemos ahora, que no han salido jugadores. Hay chicos que juegan bien pero todavía no se ve una diferencia abismal a lo que había hecho yo.
-¿Te desanimaban las críticas?
-Soy una persona que en general las críticas no me tocan. Seguía entrenando, era bastante profesional, me preocupaba. Si la gente un día me criticaba, yo sabía que al otro día ganaba un partido y era el bueno. Eso lo supe lidiar muy bien en mi carrera. Creo que fue una de mis ventajas de porqué pude hacer los logros que hice, porque nunca me motivé, nunca pensé que podía ser top ten y que esto se acababa acá.
-Pero en una entrevista señalaste que de tantas críticas que recibiste te hicieron sentir malo...
-Es que acá es un tema de con quién te comparaban. Comparado con ellos no era bueno. Pero después uno lo ve con perspectiva, con tiempo. Lo que uno hizo fue con gran esfuerzo familiar, personal. Después, dentro de la cancha, todo lo que pude lograr me lo voy a llevar hasta la tumba. Me siento orgulloso de haber sido parte de esto y también de haber sido parte de la historia del tenis chileno porque fue una gran época. Estuvimos ocho años en el Grupo Mundial, aporté para estar en el Grupo Mundial, jugamos contra Estados Unidos acá en Chile, jugué mis mejoras Copa Davis, gané contra Austria. Hubo cosas interesantes. Ahora que estamos en el Grupo IV, la gente realmente me echa de menos.
-¿Entonces crees que no se valoró lo que hiciste?
-Yo creo que se valoró, pero si te van a comparar con alguien que le gana a Federer en un Masters, con alguien que se gana dos Masters Series o 'Nico', que ganó las Olimpiadas, entonces yo no le gané a nadie. Y en estricto rigor es verdad, pero si yo no le gané a nadie, imagínate los que están atrás. No existen. Si me hubiesen comparado con gente de Perú, estaba Lucho Horna y después estaría yo. Entonces sería Jaime Yzaga, Lucho Horna y Paul Capdeville, seríamos los tres grandes. Acá ha habido muchos jugadores, Hans Gildemeister, Pato Rodríguez, Jaime Fillol, gente que estuvo 15 del mundo y que realmente cuesta mucho llegar a ese puesto.
-¿Cómo ves a Garín, Jarry y compañía?
-Juegan bien. Tienen buenas perspectivas, pero creo que Nicolás, Fernando y Marcelo eran diferentes, es una percepción personal. (Garín y Jarry) pueden ser 50 o 40 perfectamente. Garín tiene todas las armas para llegar ahí. Jarry también está demostrando que puede, pasó una qualy de ATP, seguramente va a ganar primeras rondas, pero no sé si puede llegar a ser 5 del mundo, sobre todo como está el tenis ahora, con jugadores a un nivel extraordinario.
- ¿Cómo es la relación con Fernando González y Nicolás Massú?
-Es cordial. Mi vida es muy diferente a la de ellos. Ahora trabajo en horario más de oficina. Tengo tres hijos, mucho tiempo no te da para compartir con gente del tenis. Pero me llevo bien con ellos. Con Fernando y Nicolás estuvimos mucho tiempo de relación, viajamos mucho, creo que eso siempre va a quedar.
-¿Y con Marcelo Ríos?
-A Marcelo lo vi las últimas dos Copa Davis y mucho más que eso no hay.
-¿Por qué crees que el "Chino" te criticó en su momento?
-Yo creo que más que eso, es porque Marcelo fue número uno y con eso tiene la potestad para decir cosas que él piensa y me parece que es muy válido. Cuando uno logra cosas, tiene la fuerza para decir cómo se tienen que hacer las cosas. Pero zanjamos todo en la última Copa Davis. Se conversó el tema, él dio su punto de vista y yo el mío y no tenemos ningún problema.
-¿Te ves como entrenador en un futuro?
– He estado hablando con el presidente (José Hinzpeter), a ver qué cosas podríamos hacer, en qué lo podría ayudar. Tampoco tengo tiempo para hacerlo full time, pero sí tengo ganas de tomar a alguien, de poder entregar toda una experiencia. En esas cosas uno no puede ser tan egoísta e irse a la tumba con eso. Me gustaría entrar a una cancha y enseñar todo lo que aprendí. Tuve muy buenos entrenadores y siempre pasa eso en Chile, que los tenistas se retiran y terminan dedicados a otra cosa. El problema son los viajes, que cuando entrenas alguien y ese alguien juega bien, empiezas a viajar y para mí, por ahora, sería complicado.
-¿Con qué imagen de Paul Capdeville crees que se quedó la gente del circuito?
-Yo creo que la gente habla de un Paul Capdeville complicado dentro de la cancha. Siempre era de las personas que odiaba perder. Entonces necesitaba ganar como sea. De repente entraba en ese punto que hacía cualquier cosa por ganar, de desconcentrar a cualquier modo. Obviamente que no gustaba y no lo toleraban. Muchas veces me pelee por ser así. Y hasta el día de hoy , cuando hablan de mí, que lo sé por amigos, hacen ese comentario de "Capdeville era complicado para jugar, era mañoso" (risas).
Pn/gm
Aton