En ese encuentro debieran limarse asperezas, si es que las hay, y se nivelarán las “reglas del juego”, entre el DT y el “camarín”.
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Ayer jueves se inició el periplo del seleccionador nacional Juan Antonio Pizzi por Europa, viaje que debe durar dos semanas según la Anfp, para que el estratego nacional dé a conocer su forma de trabajo y filosofía futbolística a los máximos referentes de nuestro fútbol: Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gary Medel y Claudio Bravo, entre otros.
Pero es con el portero nacional y capitán de "La Roja" que todo tiene simbolismo. Será la oportunidad para que Pizzi aclare con el arquero del Barcelona todo asomo de dudas por si el ahora seleccionador nacional alguna vez insinuó que el hijo de Viluco era sólo un buen arquero y nada más. Y Bravo, que al ser consultado sobre la elección de Pizzi como sucesor de Sampaoli señaló que "no lo conozco". Dimes y diretes sazonados por la imaginería mediática y de redes sociales que seguramente ha agrandado la dimensión de tales expresiones. Sin embargo, todo debería quedar aclarado y dejado en un pasado remoto y anecdótico, para iniciar una nueva historia, que básicamente sea conveniente para el desarrollo y lucimiento de la oncena nacional, esencialmente ahora que se acercan compromisos para reiniciar la ruta a Rusia 2018, ante Argentina el 24 de marzo, a las 20.30 horas en el Estadio Nacional; y contra Venezuela el 29 de marzo, a las 19.30 horas de Chile, en el estadio Agustín Tovar, de Barinas.
Juan Antonio Pizzi ha viajado a Europa en compañía de su ayudante técnico, Manuel Suárez, y junto al gerente de la Selección, Felipe Correa. Un recorrido por Europa de dos semanas que sólo será interrumpido por un breve viaje de esta comitiva a Nueva York (el 21 de febrero), para estar presente en el sorteo de la Copa América Centenario, donde Chile es protagonista absoluto.
PURANOTICIA
