El regreso del español se cerró hoy con sensaciones claramente mejores a las que esperaba el español, que debutó con una sólida victoria sobre el ruso Mijail Youzhny en el Abierto de tenis de Australia.
Melbourne, 19 ene (dpa) - El regreso de Rafael Nadal a la escena del crimen se cerró hoy con sensaciones claramente mejores a las que esperaba el español, que debutó con una sólida victoria sobre el ruso Mijail Youzhny en el Abierto de tenis de Australia.
"Estoy mejor que hace dos días. Hay que darle a esta victoria el valor que tiene", dijo Nadal tras imponerse 6-3, 6-2 y 6-2 al número 32 del ranking mundial en el Rod Laver Arena, el mismo estadio en el que un año atrás sufrió un bloqueo de espalda que le costó la final ante el suizo Stanislas Wawrinka.
"Es muy especial para mí esta victoria tras tanto tiempo", añadió el número tres del mundo, que llegaba con temores al debut debido a la falta de partidos en los últimos meses, en los que se vio afectado por una serie de problemas físicos.
Nadal se medirá en la segunda ronda al estadounidense Tim Smyczek, vencedor hoy del australiano Luke Saville por 7-6 (7-2), 7-5 y 6-4.
En un día de sol y temperaturas frescas en Melbourne, Nadal logró su primera victoria del año mandando con la derecha, el golpe que suele ser el termómetro de su juego: si funciona, todo le es más sencillo.
"Lo mejor ha sido casi todo", anañizó Nadal. "He cometido pocos errores, he sacado bien, he restado bien. Todo lo que fuera ganar para mí es positivo. Lo que puedo mejorar son aspectos que sólo se mejoran ganando".
Youzhny sabe lo que es batir a Nadal, lo había hecho ya cuatro veces en los 15 partidos previos con el español.
Esos antecedentes no le sirvieron de nada hoy al ruso sobre el cemento del Rod Laver Arena, en el que Nadal llamó la atención no sólo por su juego: el español estrenó un atuendo que combinaba pantalón blanco con una fina raya roja brillante, camiseta rosa y zapatillas, vincha y muñequeras amarillo fosforescente. Era imposible no verlo.
Casi tan imposible como para Youzhny superarlo hoy. El ruso tuvo un sólo break point a lo largo del encuentro, y no pudo aprovecharlo.
"La segunda parte del año fue muy complicada para mí", recordó Nadal, que sufrió una lesión de muñeca mientras se entrenaba en julio y debió operarse del apéndice en noviembre, mes en el que también se sometió a una terapia de células madre para la espalda.
"En Doha perdí un partido que probablemente debí ganar", añadió en referencia a su derrota en el debut ante el alemán Michael Berrer.
"Cuando sucede eso llegas aquí con dudas. Así que estoy muy feliz de haber ganado, este partido me va a dar confianza para la próxima ronda", admitió el español, campeón del torneo en 2009 y finalista en 2012 y 2014.
Nadal bromeó con el público local cuando su entrevistador en el estadio central, el ex tenista Todd Woodbridge, le preguntó por la explosividad cromática de su atuendo de hoy.
"Es lo que usaba estos meses en casa mientras salía de fiesta...", dijo desatando risas. "Me gustan los colores brillantes, Australia es un país feliz, un país deportivo, es el país adecuado para vestir esto".
Ya más serio en la rueda de prensa posterior, Nadal enfatizó que lo que necesita es jugar la mayor cantidad de partidos posible.
"Puedes entrenarte mucho y con la actitud adecuada, pero al final lo que necesitas es partidos, competir".
"Hoy es muy prematuro para hablar de posibilidades de futuro. Ahora tengo otro partido", dijo al rechazar ser ubicado entre los favoritos.
"Hoy saqué bien, y el servicio funcionó bien. En general jugué sin demasiados errores. Para jugar bien necesito pegar un 70 por ciento de derechas y un 30 por ciento de reveses. Si no, tengo problemas".
El español dio a entender que aún se siente un tanto oxidado tras jugar sólo ocho partidos oficiales entre julio y enero.
"Necesito un poco más de calma, un poquito más de coordinación cuando estoy corriendo en las defensas. Cuando estás en ritmo golpeas la pelota y ya lees la jugada. Cuando pierdes ese automatismo, esa confianza, ese ritmo, no te posicionas bien y vas un poco a remolque".
Pese a ese margen de mejora que ve, un golpe se destacó hoy en su juego más allá de su poderosa derecha: el servicio. Nadal aseguró que no hizo nada especial para mejorar ese aspecto clave.
"Estoy sacando bien desde que llegué aquí, pero durante toda mi carrera nunca ha sido mi fuerte", recordó.
DPA
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