El escocés derrotó en sets corridos a Novak Djokovic en la definición del Masters y se mantendrá en lo más alto del ránking hasta 2017.
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Andy Murray soportó la presión de un cruce mano a mano en el que exponía el Nº 1 del mundo y resistió el desgaste físico de una semana agotadora para celebrar el primer título de su vida en el Masters de Londres . Lo hizo al derrotar en la definición a Novak Djokovic (2º) por 6-3 y 6-4 en 1h43m.
El escocés demostró que la confianza, el envión anímico y el hecho de sentir que se encuentra en su pico tenístico pesaron en la final frente al serbio, quien mermó su marcha en esta temporada y vio cómo el británico lo superó con total justicia. La regularidad y la continua perfección de resultados elevaron al nacido en Dunblane en el O2 Arena.
Murray cristalizó una chance quiebre en el primer capítulo, necesaria para sacar una mínima distancia y llevarse el parcial. Además, se mantuvo sólido con su primer servicio al adjudicarse 12 de 14 puntos.
En el segundo, el de Escocia picó con una rápida ventaja (4-1) y parecía encaminarla sin problemas, como para firmar un resultado contundente. Sin embargo, Nole sacó a relucir su orgullo, logró un break y asfixió en el marcador al Nº 1. De todos modos, en su oportunidad de servir para el match, Andy lo consiguió: vio pasar dos chances y en la tercera gritó campeón.
El tenista de 29 cerró un 2016 magnífico, con ocho títulos entre los que se incluyen un Grand Slam y los Juegos Olímpicos. Además, trae una racha de 24 partidos ganados de manera consecutiva. Hasta el próximo año, Murray gozará y sumará semanas en la cima, esa que mereció y por la que luchó tanto tras años de correr desde atrás a otros tres fantásticos: Djokovic, Federer y Nadal. Su momento llegó. Y su enorme talento lo justifica.
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