El Campanil lo intentó y tuvo para ganarlo, pero no pudo. En un entretenido encuentro terminó empatando sin goles con los ruleteros.
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Universidad de Concepción completó una histórica campaña en 2018. Remató subcampeón y consiguió un boleto directo a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Francisco Bozán, pese a las ofertas, se mantuvo en el banco. Con la mente puesta en revalidar lo del año pasado, hoy iniciaba su camino en el torneo nacional frente a Everton en el Ester Roa. El Campanil lo intentó y tuvo para ganarlo, pero no pudo. En un entretenido encuentro terminó empatando sin goles con los ruleteros.
El partido tuvo un inicio eléctrico. Isaac Díaz sacó un centro venenoso que casi se le mete al "Tigre" Muñoz en el 12'. La respuesta de los sureños no tardó en llegar. A los 15' Guido Vadalá obligó a una atajada monumental de Cristián Campestrini.
Los dos intentaban mandar con la pelota. El cuadro del uruguayo Gustavo Díaz asustó en el minuto 27'. Nadie llegó a conectar el buen centro de Alex Ibacache. Poco después, José Huentelaf raspó la pintura del poste derecho de Campestrini con un lejano remate. Antes de que se fuera el primer tiempo, Muñoz estuvo portentoso para sacarle el gol a Juan Cuevas y Díaz dilapidó un gran pase de Maximiliano Cerato.
Todo siguió siendo vertiginoso a la vuelta de camarines. No había un segundo para tomar aire. Y los de la Quinta Región parecían tener más gasolina. Cristián Suárez y Cuevas estuvieron a punto de subir el primero al marcador. Muñoz y la falta de puntería lo impidieron.
El local se sacudió y poco a poco empezó a emparejar el duelo. Ya no había tanta intensidad. El "Chanchito" Ramos desvió por poco un cabezazo y del otro lado Nicolás Orellana reventó el travesaño con un potente zurdazo.
Los últimos diez minutos fueron de ida y vuelta. Patricio Rubio aprovechó un rebote para anotar el primero de los universitarios a los 86' y hacer cumplir la ley del ex, pero su tanto fue anulado por fuera de juego. Mientras los dirigidos por Bozán todavía reclamaban por el tanto negado, Franco Ragusa sembró el pánico con un disparo que se fue levemente ancho. El partido se acabó como lo empezaron, a palo y palo.
PURANOTICIA
