El chileno Pablo Hernández aportó un tanto en la increíble victoria de los Celestes ante el equipo de Neymar y compañía.
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Barcelona afrontaba este domingo una de las salidas más complicadas en La Liga española. El conjunto azulgrana volvía a Balaídos, donde el año pasado había recibido cuatro goles. Pese a todo, Luis Enrique decidió dar descanso a Iniesta y Rakitic y salir con un centro del campo formado por Arda Turan y André Gomes. El plan no funcionó y el Celta se terminó quedando con un estupendo triunfo por 4-3.
El dueño de casa fue un ciclón en la primera mitad. La presión alta de los de Berizzo ahogó al Barça y quedó en evidencia en las múltiples pérdidas del conjunto azulgrana en sitios muy comprometidos. Sergio Busquets fue el que más sufrió, y una pérdida suya le costó el primer gol a los de Luis Enrique. Un sobresaliente Iago Aspas dio un pase brillante a Sisto, quien definió a la perfección ante Ter Stegen.
Y la hegemonía celeste siguió: primero Aspas y luego Mathieu, en propia puerta, dejaban las cosas 3-0 cuando solo se había jugado media hora de partido. Luis Enrique movió pronto el banco de suplentes y mandó a calentar a Iniesta, quien terminaría entrando en la segunda mitad.
Así, liderado por el manchego, Barcelona fue otro en los segundos 45 minutos. Un centro de Iniesta terminó en con un remate de Gerard Piqué para recortar distancias. Minutos más tarde, Neymar dejó las cosas por la mínima con tiro de penal.
Parecía que la remontada estaba muy cerca, pero el Celta volvió a golpear tras un grave error de Ter Stegen: el alemán intentó picar la pelota, pero el chileno Pablo Hernández estaba despierto, poniendo la cabeza y mandándo la pelota al fondo de la red.
Piqué descontó sobre el final, pero el empate ya era historia de otro día. El Celta se quedó, en un partido vibrante, con tres grandes puntos, unos que le hubiesen servido al equipo de Luis Enrique para quedar como el único puntero del certamen.
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