El buen cometido que realizaba Fabián Orellana en la derrota del Celta ante el Barcelona de Claudio Bravo, se vió empañado al minuto 87 de partido, en un acto poco profesional que le costó la expulsión en Balaídos.
El buen cometido que realizaba Fabián Orellana en la derrota del Celta ante el Barcelona de Claudio Bravo, se vió empañado al minuto 87 de partido, en un acto poco profesional que le costó la expulsión en Balaídos.
El "histórico" tuvo un duelo aparte con el volante catalán Sergio Busquets durante gran parte del partido. Ya cuando no quedaba casi nada para finalizar el encuentro y con la derrota del local casi consumada, Orellana le arrogó un pedazo de césped en la cara al jugador culé, que aprovechó para exagerar la situación y caer en el terreno.
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