El capitán de Universidad Católica, Cristián Álvarez, aseguró estar bien físicamente luego de sufrir el pasado domingo una lesión en la uretra y espera decir presente este fin de semana en el pleito con O’Higgins, en Rancagua, por la séptima fecha del Torneo de Clausura.
Tras estar casi un día hospitalizado luego del duro choque con el uruguayo Walter Ibáñez, su compañero en la zaga, el lateral por derecha entrenó de forma suave en la presente jornada y no escondió sus deseos de jugar este domingo ante la escuadra que dirige Pablo 'Vitamina' Sánchez.
"Ya estoy bien. Hoy entrené y le pegué al balón. Mañana me evalúan a ver si puedo jugar. No me quiero perder ningún partido, es muy lindo lo que estamos viviendo. Ojalá pueda estar", declaró el 'Huaso' en rueda de prensa.
Álvarez admitió haberse asustado en el entretiempo al ver su ropa interior con sangre, aunque decidió continuar en la cancha y afrontar el segundo lapso del pleito ante Palestino. Finalmente, el capitán fue reemplazado al minuto 55 por Marco Biskupovic.
"Sentí dolor, pero con la adrenalina del partido no fue tanto. Hasta que el doctor me sacó, por precaución", indicó el zaguero.
Por otro lado, el nacido en Curicó valoró que el entrenador Mario Salas sólo haya sido amonestado por escrito por sus expulsiones ante Santiago Wanderers y los 'árabes'. Con esto, el 'Comandante' estará en el banco frente a O'Higgins.
"Que bueno que esté con nosotros. Me gusta que Mario viva el fútbol así. La gente se siente identificada con el equipo", señaló.
Por último, Álvarez alabó al rival de este fin de semana por el campeonato, que viene de derrotar en el Estadio El Teniente por 1-0 a Ñublense. "O'Higgins es complicado. Tiene una línea de fútbol y siempre quiere ser protagonista", finalizó.
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Agencia Uno