Chile se adjudicó hoy el título de hombres y mujeres del Mundial de Fútbol Calle 2014, que se disputó en Santiago con la participación de 42 países.
El torneo, cuyos partidos duran quince minutos y cuyas reglas validan también los rebotes del balón contra las vallas que limitan la cancha, se jugó durante la semana en una recinto especialmente levantado para ese efecto en la céntrica Plaza de la Ciudadanía, frente al Palacio Presidencial de La Moneda.
En ese lugar se habilitaron tres canchas de pasto sintético, de 22 metros de largo por 16 de ancho, con gradas para 3.000 espectadores que podían asistir gratuitamente a los partidos.
En la final de la serie de mujeres, Chile ganó por 4-3 a México en un partido muy disputado que se definió en el último minuto, mientras en la categoría masculina el equipo anfitrión doblegó por 5-2 a Bosnia Herzegovina.
El fútbol calle está vinculado en todo el mundo a sectores en riesgo social y ha servido como vía de rehabilitación de alcohólicos, drogadictos, pandilleros e indigentes.
Todos los jugadores y jugadoras de todos los equipos participantes han vivido en las calles, algunos por largos períodos de sus vidas, como la estadounidense Ángela Draws, que lo hizo durante 17 de sus 35 años en Sacramento (California).
Los torneos son organizados por Homeless World Cup, una organización internacional con presencia en 70 países, cuyo objetivo es rehabilitar a adictos e indigentes a través del fútbol.
En ese contexto, los torneos son también instancias en que los participantes intercambian experiencias, porque como explica el jugador argentino Leo Díaz, "el fútbol calle es integración".
En el fútbol calle, los equipos constan de cuatro jugadores que se enfrentan en dos tiempos de siete minutos, con uno de descanso.
La idea del Mundial nació el año 2001 y es obra del escocés Mel Young y el austríaco Harald Schmied. El primer torneo se jugó en 2003 en Austria y desde entonces se han disputado anualmente. El próximo tendrá lugar en Amsterdam en 2015.
EFE