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Sin Claudio Bravo el Barcelona busca el titulo en España.
El Barcelona visita este sábado al Granada CF en el Nuevo Los Cármenes, en una auténtica final por revalidar el título de Liga, para lo que necesitan de una victoria o hacer por lo menos el mismo resultado que obtenga el Real Madrid en La Coruña, en un duelo marcado en por las presuntas primas y maletines negadas desde Granada, que ya selló su permanencia la pasada jornada.
Si los blaugrana no quieren depender del Real Madrid deben ganar a un Granada ya salvado, con el 1-4 en Sevilla, y que no se juega más que el honor y demostrar que han acabado fuertes la temporada. El Barça, por contra, se juega un título que tenía en su poder y que tras el bache de cuatro jornadas sin ganar debe reconquistar. Ha reaccionado, pero les hace falta dar un paso más hacia el alirón.
Y, si no lo cantan los blaugranasen el Nuevo Los Cármenes, lo harán los blancos y habrá nuevo campeón de Liga. Un escenario que no contemplan en Barcelona y menos tras encadenar un balance de 21 goles a favor por ninguno encajado en las últimas jornadas con las goleadas ante Deportivo (0-8), Sporting (6-0) y Espanyol (5-0) y el triunfo ante el Betis (0-2).
Una reacción que en Barcelona confían que tenga su premio, que sea de campeón. Luis Enrique irá a Granada con todo, a excepción de los lesionados Claudio Bravo y Sandro, por lo que será Marc-André Ter Stegen quien defienda la portería en las dos finales que les quedan a los catalanes por jugar; esta y la de Copa del Rey. Si salen victoriosos de ambas tendrán el doblete, buen premio final, y si no, se irán de vacío o con un único título. Poco para lo que han acostumbrado a su afición últimamente.
El Barça, con un único punto más que el Real Madrid, se enfrenta a la sexta ocasión en que sólo blaugranas y blancos pugnaban por ganar la competición doméstica en el último partido. Y, en los cinco precedentes, siempre salió ganador el equipo blaugrana. Recordadas son las Ligas ganadas en el último momento propiciadas por las derrotas del eterno rival en Tenerife, tanto en 1992 como en 1993, dos encuentros en los que Luis Enrique vestía de blanco.
AGENCIA UNO