Ruleteros y caturros se volvían a ver las caras en el marco de la Copa Chile. El partido iba a ser dirigido por Eduardo Gamboa, quien estimó suspender el pleito luego de que hinchas de ambos bandos saltaran al terreno de juego.
Todo estaba listo y dispuesto para que el estadio Sausalito de Viña del Mar fuera el escenario del "Clásico Porterño" entre Everton y Santiago Wanderers. Exactamente al mediodía, el juez Eduardo Gamboa iba a pitar el inicio de la brega por la segunda fecha del Grupo 3 de la Copa Chile, sin embargo, de que aquello ocurriera se desataron violentos incidentes en el recinto.
Los primeros incidentes se iniciaron cuando hinchas de Wanderers y Everton saltaron al terreno de juego para enfrentarse entre ellos, mientras que otro grupo rompió uno de los banderines de tiro de esquina. Esto obligó que Carabineros ingresara al recinto a petición de la Gobernación y, posteriormente, se decidió suspender el encuentro.
Fuerzas Especiales desalojaron al estadio con apoyo de la seguridad privadas. En tanto, el Gobernador Omar Jara ratificó que el duelo no se llevara a cabo en esta ocasión, ni siquiera sin público.
"Haremos los esfuerzos para que esas personas nunca más entren a un estadio de fútbol. Lo de hoy es un espectáculo grotesco y lo que nos corresponde como responsables políticos era suspender porque no había garantía de que el partido se jugara", expresó la autoridad.
Ruleteros y caturros no se veían las caras desde el 2 de marzo de 2014, cuando Everton ganó por 2 a 1 a en el estadio Santa Laura. Este iba el primer clásico en el renovado estadio viñamarino desde hace cuatro años.
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ATON CHILE