Una parte del plantel albo considera que la salida de Chupete "fue exagerada", mientras que otros afirman que el apoyo de Paredes es "para la galería, porque en el camarín no eran cercanos".
Cuando faltan cuatro días para el Superclásico frente a Universidad de Chile, el ambiente al interior de Colo Colo aún no es de los mejores, pese a volver al liderato exclusivo del Torneo de Apertura.
Es que en el Cacique aún sigue siendo tema la polémica salida de Humberto Suazo del club por el conflicto con el técnico José Luis Sierra.
Según publica El Mercurio, en el entorno más cercano a Suazo aseguran que "la medida fue muy exagerada. Si bien no fue a la reunión del martes, no insultó a nadie. La molestia es con los dirigentes, pues aprovecharon una situación para borrarlo".
Además, desde Macul también afirmaron al rotativo que la partida del ariete se veía venir: "Todos los que estábamos viendo a diario a Chupete sabíamos que en algún momento iba a desatarse un problema. No estaba cómodo. Ya quiso irse antes de que comenzara el campeonato, y hace rato que estaba buscando motivos para generar tensión".
En tanto, otra fuente aseguró que el apoyo que brindaron Paredes y Valdés durante el fin de semana "son gestos que de alguna manera son para la galería. Por ejemplo, Paredes dio una opinión, pero en el camarín no eran para nada de cercanos. Mientras que lo de Valdés es más bien un homenaje, por la cercanía que sí tuvieron. En todo caso, cuando el entrenador comunicó la medida, tampoco hubo una oposición de los jugadores".
Finalmente, desde el Cacique adelantaron que "la mayor presión de todo esto la tiene Sierra, porque si llega a perder ante la U y eso significa a la larga no ser campeones, tendrá un panorama muy complejo. Si bien la decisión de despedirlo fue de los dirigentes, eso ocurrió por un informe que dio el entrenador".
Pn/gm
ATON CHILE