El operativo macrozonal, liderado por la Unidad de Inteligencia Aduanera de San Antonio, y en el que participaron funcionarias y funcionarios de las aduanas de Valparaíso, Metropolitana, Los Andes y Coquimbo, logró detener el tráfico de mercancías falsificadas, que vulneran las normas de Propiedad Intelectual e Industrial y que tienen como destino sectores de comercio ilegal en época navideña.
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Juguetes y accesorios tecnológicos, réplicas de grandes marcas como Disney, Hello Kitty, Mario Bros, Apple, Samsung y Play Station, fueron detectados en tres contenedores provenientes de China, gracias a operativo especial desarrollado por fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas en almacenes extraportuarios Medlog y Chile Port de San Antonio.
El operativo macrozonal, liderado por la Unidad de Inteligencia Aduanera de San Antonio, y en el que participaron funcionarias y funcionarios de las aduanas de Valparaíso, Metropolitana, Los Andes y Coquimbo, logró detener el tráfico de mercancías falsificadas, que vulneran las normas de Propiedad Intelectual e Industrial y que tienen como destino sectores de comercio ilegal en época navideña.
Además, el trabajo de selectividad para la revisión física de determinados contenedores, desarrollado en base a análisis de riesgo e inteligencia de datos, permitió detectar un cuarto contenedor con mercancías no declaradas por un valor aduanero superior a los 12 mil dólares. Se trata del contrabando de 337 cajas con lavamanos, espejos y muebles para armar y la subvaloración de productos que buscan evadir impuestos.
Para el administrador de la Aduana de San Antonio, Ángelo Vergara, este trabajo tiene la máxima relevancia dado que “estas mercancías no solo representan una amenaza económica para las marcas legítimas, sino que también pueden ser peligrosas para los consumidores, ya que muchas de ellas no cumplen con los estándares de seguridad y calidad establecidos pudiendo ser de alto riesgo para las familias que los adquieren, muchas veces pagando valor de un producto que creen legítimo”.
Además, recalcó que “el ingreso de productos falsificados puede desestabilizar el mercado local, generando competencia desleal y afectando a las empresas que operan legalmente y que generan empleo. La proliferación de mercancías ilegales no solo debilita la confianza del consumidor, sino que también compromete la seguridad pública especialmente en sectores donde se llegarían a comercializar”.
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