El combate al comercio informal, la crisis de seguridad y el fomento a la inversión de este sector, fueron parte de las principales inquietudes planteadas en la instancia.
Autoridades de la Cámara Regional del Comercio y la Producción (CRCP) de Valparaíso se reunieron con socios ligados al rubro del retail de la zona, con el objetivo de conocer los desafíos de esta actividad económica para el próximo año, además de generar diversos objetivos de manera conjunta y coordinada.
El presidente de la CRCP, Javier Torrejón, enfatizó que el objetivo es "proyectarse hacia 2024 para recoger las principales inquietudes y desafíos que nuestros socios CRCP y este sector productivo en general tienen no sólo en nuestra región sino que en todo el país, así promover iniciativas conjuntas para promover una mayor y mejor actividad económica asociada a dicho rubro”.
“En ese sentido, el diagnóstico es claro: la crisis de seguridad, el comercio informal y el fomento la inversión en este sector - frenado a partir de trabas burocráticas y otros factores- son sus principales inquietudes, ante las cuales como Cámara Regional del Comercio buscamos generar líneas de trabajo y estrategias conjuntas, las cuales cobran especial valor ante las proyecciones de un 2024 profundamente complejo, tanto en materia económica como en materia social y de seguridad pública”, resaltó el líder gremial.
En relación a esto último, el presidente de First Security, Geza Fried, detalló que "es muy positivo poder contar con una plataforma de llegada, un canal de comunicación hacia las autoridades públicas y otros actores privados, como lo es la Cámara Regional del Comercio, los cuales pueden recoger las principales inquietudes de este sector y quienes nos vinculamos con él, para así buscar soluciones conjuntas”.
Por otra parte, el gerente de Viña Outlet Park, Claudio Zepeda, señaló que “otro de los grandes desafíos que tenemos por delante es el combate efectivo al comercio informal. Sabemos que se trata de un fenómeno complejo y cuya solución es igualmente difícil, no solamente por los efectos inmediatos que conlleva, como la pérdida de ventas y el deterioro de las plazas laborales del sector formal. Hoy, en vez de existir incentivos para la formalización y cumplimiento de la normativa, parece ser que la excesiva burocratización, el sinfín de permisos que se exigen la lentitud de su tramitación, van por la vereda contraria”.
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