También reconfirmó la designación de la abogada María Loreto Ried Undurraga como la responsable de la liquidación de la firma.
La justicia dio paso al proceso para terminar con la empresa de 65 años de historia, Claro Vicuña Valenzuela (CVV), noticia que generó revuelo en el sector de la construcción tras anunciar que pidió su quiebra ante el mal momento que vivía económicamente.
El 9º Juzgado Civil de Santiago decretó la liquidación de la firma y el embargo de sus bienes, entre otras iniciativas asociadas a este proceso.
El documento también reconfirmó la designación de la abogada María Loreto Ried Undurraga como la responsable de la liquidación de la firma.
Ante esto, la justicia llamó a que se “proceda a incautar todos los bienes de la deudora, sus libros y documentos, bajo inventario, presentándose para este objeto auxilio de la fuerza pública, si fuese necesario, bastando para ello la sola exhibición de la presente resolución”.
El 9º Juzgado Civil de Santiago también pidió recopilar “todos los juicios aún pendientes contra la deudora que puedan afectar sus bienes, seguidos ante otros tribunales de cualquier jurisdicción, salvo las excepciones legales, oficiándose al efecto”.
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