Manuel Monsalve también sostuvo que "el gobierno, el poder civil, tiene la obligación de tener una mirada crítica respecto al desempeño policial. Eso significa pedir explicaciones y fijar límites".
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, se refirió a cómo el Gobierno se encargará de los temas de seguridad que hoy afectan al país.
En conversación con The Clinic, la autoridad transparentó que existe "una idea de que hay un trauma, un sesgo, una dificultad de la izquierda para enfrentar los temas de seguridad".
"Para ser franco, el trauma de la izquierda tiene que ver con el abuso en el ejercicio de la fuerza. Y creo que es un trauma legítimo. En Chile las Fuerzas Armadas han violado los derechos humanos. Es un hecho constatado. No es un invento de la izquierda", explicó el subsecretario.
Y agregó que "aquí hubo una institución que tiene el monopolio de la fuerza para defender la soberanía del país, pero que utilizó esa fuerza para asesinar y vulnerar derechos de ciudadanos chilenos".
Además, detalló que esta situación también estuvo presente en el estallido social, pues "está en cuestión el uso de la fuerza de las policías, producto de cientos de personas que terminaron con lesiones irreparables. Entonces, ¿es legítimo que un gobierno de izquierda se haga cargo de aquello? Me parece que sí. Y no solo es legítimo. Es una obligación", sentenció.
En esta misma línea, Monsalve subrayó que "la seguridad es una tarea esencial de la democracia. Un gobierno de izquierda tiene que dar esa garantía, pero siempre respetando los límites que la legalidad le entrega al uso de la fuerza por parte de las Fuerzas Armadas y de las policías. Y aquí hago una distinción: sin duda que es indispensable el respaldo de las policías para la seguridad, pero ¿el respaldo a la función policial puede ser sinónimo de obsecuencia?".
"El gobierno, el poder civil, tiene la obligación de tener una mirada crítica respecto al desempeño policial. Eso significa pedir explicaciones y fijar límites. Por eso, este gobierno se ha impuesto la reforma a las policías como una tarea esencial", continuó la autoridad.
Y añadió que "tenemos que construir objetivos de seguridad, trabajar en colaboración con los policías y respaldar su labor. Pero un gobierno no puede caer en la obsecuencia y no tener una mirada crítica que busque mejorar su funcionamiento".
"Carabineros cuenta con todo nuestro respaldo, pero los gobiernos no pueden ser obsecuentes con la acción policial. Tienen que fijar los límites, enmarcar los protocolos y la legalidad. Aunque pueda ser impopular decirlo hoy día: sería un error caer en la total y absoluta obsecuencia respecto a la labor de cualquier policía y de cualquier institución", cerró.
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