Se le dio ocho días al aún constituyente, y también a los denunciantes, para presentar pruebas sobre los hechos, antes de que se tome una determinación.
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Este martes 22 de febrero prestó declaración ante el Comité de Ética el aún convencional Rodrigo Rojas Vade, de la Lista del Pueblo, quien confesó no tener el cáncer linfático con que exigía la consagración del derecho a la salud, lo que le ayudó a promocionar su candidatura a la Convención Constituyente,.
Tras la declaración, el Comité de Ética emitió una resolución en la que “se fija un término probatorio de ocho días para que las partes acompañen antecedentes o testimonios que permitan formar una convicción sobre los hechos denunciados”.
En suma, no mucho pudo hacer el citado Comité debido a un vacío en la normativa interna, ello porque el código ético del órgano encargado de redactar la nueva Carta Magna usó de espejo el reglamento de la Cámara de Diputados, que no contempla un mecanismo para renuncias. Por lo demás, nadie pensó que una situación así tendría lugar en la Convención. Ni el Gobierno ni la Contraloría encontraron una norma que permitiera encauzar tan extraña situación.
Una opción es aplicarle una multa que va entre el 5% y el 30% de la dieta conforme lo que establece el artículo 37 del Reglamento de Ética de la Convención, que sanciona la inasistencia. El subsecretario General de la Presidencia, Máximo Pavez, recordó días atrás, según CNN Chile, que la “inasistencia como injustificada cuando hay más de 30 minutos de ausencia”. En consecuencia, “el convencional Rojas Vade lleva 306 mil minutos fuera de la Convención”.
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