Álvaro Elizalde sostuvo que la futura oposición debe ser propositiva, unitaria y conectada con las demandas ciudadanas.
A pocas semanas del cambio de mando presidencial, el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, comenzó a delinear el rol que asumirá el oficialismo una vez que pase a la oposición, destacando la necesidad de una actitud firme, pero constructiva frente al próximo gobierno.
En entrevista con Diario Talca, el exsenador sostuvo que el progresismo deberá articular una oposición activa tanto en el Congreso como en otros espacios de la vida pública. “Se requiere una oposición firme, pero constructiva, que fiscalice con rigor, proponga alternativas y contribuya al debate público”, afirmó.
Elizalde subrayó que este trabajo no puede limitarse únicamente al ámbito legislativo, sino que debe proyectarse también en lo social y cultural, manteniendo un vínculo directo con las preocupaciones cotidianas de la ciudadanía.
Uno de los principales ejes de esta futura oposición, dijo, será la defensa de las reformas impulsadas durante el gobierno de Gabriel Boric. En ese sentido, advirtió sobre la importancia de cautelar los avances sociales alcanzados, como la reducción de la jornada laboral a 40 horas y la reforma previsional, que —según recalcó— mejoran la calidad de vida de los sectores medios y vulnerables.
Finalmente, el ministro enfatizó que el desafío del progresismo será actuar con responsabilidad y unidad, defendiendo la democracia, los derechos sociales y el Estado de Derecho. “La oposición debe anteponer siempre el interés superior de Chile por sobre cualquier otra consideración”, concluyó.
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