
Los imputados lanzaron municiones y una corona de flores al interior del penal como amenaza al alcaide. Uno de los tres detenidos quedó con arresto domiciliario.
En prisión preventiva quedaron dos de los tres detenidos por las amenazas de muerte que recibió el alcaide de la cárcel de Talagante. Los imputados lanzaron una corona de flores y municiones al interior de la unidad penitenciaria.
Según consigna La Tercera, los detenidos son José Basualto González (20), Basthian Salas Fuentes (21) y Jesús Olivares Pérez (18). Los dos últimos ingresaron a prisión preventiva, mientras que Basualto quedó con arresto domiciliario nocturno, arraigo nacional y firma.
De acuerdo con la publicación, Salas fue quien el día de los hechos descendió del vehículo en que se movilizaban -que era conducido por Basualto- para arrojar el arreglo floral hacia el interior del penal.
En esa acción también colaboró Olivares, quien mantiene vínculos con un interno que se encontraba recluido hasta el martes en la mencionada unidad penitenciaria. Tras los hechos, según fuentes consultadas por este medio, éste último, apodado Tano, fue trasladado hasta el Recinto Penitenciario Especial de Alta Seguridad (Repas).
Por ello es que se mantiene una hebra investigativa especialmente enfocada en esclarecer si hay participación de gendarmes en los hechos. Conocedores del caso manifestaron que habría sospechas de que funcionarios de la unidad pudieron haber entregado información sensible de la víctima al mencionado reo.
En el momento de la detención, donde resultó clave la declaración del conductor del vehículo, a los principales imputados se les incautó municiones y una alta cantidad de droga, por lo que también se les formalizó por tenencia ilegal y tráfico de drogas.
Quienes han monitoreado las amenazas que enfrentó el capitán de Gendarmería afirmaron que la situación se deriva de las acciones que estaba implementando en la cárcel desde que asumió como alcaide. Según sostuvieron, tenía la firma decisión de enfrentar hechos de corrupción.
Por ello, manifestaron los mismos personeros, es que habría interesados en amedrentarlo para que cediera en su postura o simplemente pidiera traslado.
El caso sería similar, comentaron, al del gendarme de Santiago 1 a quien sujetos ligados al Tren de Aragua le balearon su casa en Cauquenes. Según él mismo declaró ante efectivos de la PDI, fue un colega quien entregó sus datos para que ubicaran su domicilio. ¿La razón? Porque seguía directrices que se alejaban de la de los funcionarios que mantenían negocios con los internos.
Pero aunque el Ministerio Público pretende despejar esa hipótesis, no es la única que se maneja. Dado que en el escrito que dejaron los imputados la jornada del viernes 29 de agosto se hacía referencia a que el capitán era “patas negras”, también hay quienes sostienen que se debe pesquisar si todo puede estar vinculado a situaciones de su vida amorosa.
Consultado sobre lo ocurrido, el ministro de Seguridad, Luis Cordero, afirmó que “las amenazas formuladas contra funcionarios de Gendarmería son inadmisibles. El Estado no sólo va a amparar a los funcionarios amenazados y les asiste en las acciones que corresponda, sino que insistirá fehacientemente en la persecución de aquellos que han sometido a esos funcionarios a ese amedrentamiento".
PURANOTICIA