Anamaría Arriagada sostuvo que “el daño a las personas desincentiva que sigan trabajando en sus lugares de trabajo, pero además una falta en atención oportuna a la población”.
La presidenta nacional del Colegio Médico (Colmed), Anamaría Arriagada, analizó la encuesta “Agresiones en Centros de Salud”, la cual reveló que más del 65% de los médicos declara haber sufrido violencia psicológica en sus lugares de trabajo, mientras que un 26% ha sido víctima de agresiones físicas.
El 94% de los encuestados señala que, tras vivir estas situaciones, retoman sus labores sin recibir la contención adecuada.
En conversación con radio Futuro, la médica internista explicó que este fenómeno no es exclusivo de los médicos, sino que afecta a todo el personal de salud, incluyendo enfermeros y técnicos paramédicos. “El daño a las personas desincentiva que sigan trabajando en sus lugares de trabajo, pero además una falta en atención oportuna a la población”.
La violencia en el sector salud tiene múltiples aristas y orígenes. Según la doctora Arriagada, “las sociedades se han vuelto más complejas, y la insatisfacción generalizada con los centros de salud ha contribuido al aumento de estas agresiones”.
Además, el impacto de la pandemia y el deterioro en la salud mental de la población han exacerbado este problema.
“La violencia vinculada al narcotráfico ha introducido nuevas amenazas, incluso contra el personal de salud. Los agresores no dudan en maltratar a quienes atienden a sus propias familias, lo que preocupa especialmente. La falta de preparación agrava la situación, con casi la mitad de los médicos desconociendo los protocolos de seguridad”, declaró la presidenta del Colmed.
En este sentido, el Colegio Médico ha colaborado con la Subsecretaría de Prevención del Delito y Redes Asistenciales para mapear riesgos e implementar medidas de seguridad en hospitales y centros de salud. Sin embargo, la doctora Arriagada señala que “se necesita mayor formación y coordinación entre organismos como Carabineros y municipalidades”.
“Además de reforzar la seguridad en puntos críticos, es crucial abordar las causas estructurales de la violencia para que las comunidades no se sientan abandonadas. La violencia en el sistema de salud afecta tanto a trabajadores como a pacientes, quienes reciben atención de profesionales bajo miedo y estrés”, insistió Arriagada.
“Es urgente mitigar esta crisis con una respuesta integral que incluya protección inmediata y un replanteamiento de la relación entre el sistema público y la ciudadanía”, finalizó.
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