
Los parlamentarios firmantes plantearon un pronunciamiento en defensa de la agrupación, cuya existencia es negada por el régimen de Nicolás Maduro.
Un grupo de 27 senadores de oposición ha formalizado un requerimiento al Presidente Gabriel Boric para que declare al Cartel de los Soles como una "organización terrorista internacional". La iniciativa, presentada en el Senado, busca que el Gobierno adopte medidas concretas de investigación y cooperación para enfrentar a una estructura criminal que, según los parlamentarios, amenaza la seguridad de Chile.
La petición, que pone al gobierno en una posición delicada, fue firmada por los senadores María José Gatica, José Durana, Paulina Núñez, Gustavo Sanhueza, Kenneth Pug, Sebastián Keitel, Iván Moreira, Rodrigo Galilea, Carlos Kuschel, Rafael Prohens, Rojo Edwards, Enrique van Rysselberghe, Juan Antonio Coloma, Luz Ebensperger, Juan Castro, Sergio Gahona, Javier Macaya, Carmen Gloria Aravena, Ximena Rincón, Matías Walker, José García Ruminot, Francisco Chahuán, Alejandro Kusanovic, Luciano Cruz-Coke, David Sandoval, Felipe Kast y Manuel José Ossandón. En el documento, los legisladores califican al Cartel de los Soles como una "organización híbrida", nacida en las altas esferas del poder militar y político de Venezuela, liderada por el dictador Nicolás Maduro.
Según los argumentos presentados, el cartel no se limita al narcotráfico, sino que posee la capacidad logística y financiera para desestabilizar la región. Además, el documento subraya que el grupo mantiene alianzas con redes como el "Tren de Aragua", que han generado un grave impacto en la seguridad de Chile con actividades como el secuestro, la trata de personas y la extorsión.
Los senadores también citan precedentes internacionales para justificar su exigencia. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ya ha designado al cartel como "Terrorista Global Especialmente Designado", y el Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, también lo declaró como grupo terrorista con incidencia en su suelo. La pelota está ahora en la cancha del Gobierno de Boric, que debe decidir si adopta o no esta postura diplomática y de seguridad de alto riesgo.
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