
La normativa busca reforzar la convivencia ciudadana y establece sanciones económicas para conductas que afectan el espacio público.
En un paso significativo para mejorar la limpieza y la convivencia en la comuna, el Concejo Municipal de Ñuñoa aprobó una nueva y estricta ordenanza que endurece las sanciones por incivilidades, estableciendo multas que pueden alcanzar y superar los $346.000. Esta cifra, equivalente a 5 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), busca generar un impacto real y disuasivo en el comportamiento de los vecinos y visitantes.
La medida, aprobada durante la sesión N°26 del Concejo, actualiza la normativa local para incluir una serie de conductas que, aunque parezcan menores, afectan de manera significativa la calidad de vida en los espacios públicos. Entre las faltas sancionadas se encuentran:
Arrojar chicles o colillas de cigarro en las calles y plazas.
No recoger las heces de las mascotas.
Orinar en la vía pública.
La fiscalización de estas faltas estará a cargo tanto de los inspectores municipales como de Carabineros de Chile.
Según el alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel, el objetivo de esta nueva ordenanza no es perseguir a los ciudadanos, sino fomentar la conciencia de que la vía pública es un bien común que debe ser cuidado por todos. "No vamos a normalizar que se bote basura en las calles o que se ocupen nuestros espacios de manera indebida", enfatizó el jefe comunal, señalando que el mensaje es claro: en Ñuñoa se busca el respeto, y quienes no cumplan, enfrentarán sanciones.
Sichel destacó que la normativa responde a una demanda concreta de la ciudadanía por mayor orden y limpieza en sus barrios. "No es solo un tema de estética, es de dignidad y convivencia", aseguró, reafirmando el compromiso del municipio de estar presente y trabajar para elevar el estándar de vida en la comuna. El objetivo final, según el alcalde, es que Ñuñoa sea reconocida como un lugar limpio y seguro para todos.
PURANOTICIA