Tomás Martínez reveló las verdaderas patologías que han afectado a su representado. El primer antecedente se remonta a 2013, cuando le detectaron sífilis.
Gran controversia causó el constituyente Rodrigo Rojas Vade después de confesar no tener cáncer.
Una serie de críticas, peticiones para que sea excluido del órgano e incluso una demanda judicial han afectado al convencional del distrito 13, quien había asegurado tener otra enfermedad que no reveló debido a que era "discriminada en este país".
Y si bien en un principio se especuló que podía ser VIH, su abogado, Tomás Martínez, reveló a El Mercurio las verdaderas patologías que han afectado a su representado. El primer antecedente se remonta a 2013, cuando le detectaron sífilis.
“Su versión sobre que tenía cáncer comienza en 2013 con el diagnóstico de sífilis, pero algunos síntomas continuaron apareciendo en sus siguientes hospitalizaciones, por lo que mantuvo la misma versión desde esa época”, detalló el jurista.
Posteriormente, Martínez explicó que el convencional ha tenido distintos diagnósticos desde 2013, pero hay dos que se repiten: La Enfermedad de Behcet y la Púrpura Trombocitopénica Ideopática.
"Sus diagnósticos fueron cambiando, desde síndrome disentérico, síndrome emético, reacción adversa a medicamentos, síndrome vertiginoso, entre otros. Ha tenido dos diagnósticos que se reiteran: la Enfermedad de Behcet y la Púrpura Trombocitopénica Ideopática. Esto no implica que sea su diagnóstico definitivo, sobre todo teniendo presente que ahora, con toda la información, probablemente deba reiniciar un trabajo con distintos especialistas".
Respecto a la deuda que Rojas Vade inscribió en la Convención y por la cual está siendo investigado por posible delito de perjurio, el abogado explicó que forman parte de "problemas que se arrastran desde hace ocho años".
"Su cobertura de salud es a través de Isapre, ya que hasta el año pasado tuvo trabajo en una línea aérea. La deuda se genera por los costos de hospitalización, de consultas médicas, exámenes y medicamentos, teniendo en consideración de que se trata de problemas que se arrastran desde hace ocho años. Fue despedido en abril de 2020 y después se organizó la rifa para ayudarlo económicamente", explicó.
Consultado de por qué Rojas Vade no utilizó el sistema de atención público, el jurista señaló: "Por regla general, las personas tendemos a buscar la mejor atención de salud posible, sobre todo teniendo presente las dificultades para enfrentar sus síntomas, y mientras tuvo trabajo mantuvo esta 'bicicleta financiera'. Por lo que entiendo, esta es la razón para seguir atendiéndose en el sistema privado".
"Se trata de hospitalizaciones de alto costo respecto de las cuales, como cualquier persona que se enfrenta a esa situación, se genera una dinámica financiera coloquialmente llamada 'bicicleta', por lo que la deuda se pagó en parte, pero como han persistido los síntomas, ha debido ser hospitalizado nuevamente", explayó.
Finalmente, aseguró que la situación no debería tener "efectos penales", pero que la decisión está en manos del Ministerio Público. "Evidentemente es distinto que nunca haya tenido estos síntomas o que nunca haya recibido atención médica, en especial para las personas que han sufrido al enterarse que no tenía cáncer", sentenció.
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