El magistrado explicó que "el hecho de estar de vacaciones me suspende del ejercicio de las funciones y podría entenderse que de alguna manera hay alguna obstaculización".
El ministro de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, dialogó con la prensa al reincorporarse a sus labores en el máximo tribunal del país, en el contexto de las acusaciones constitucionales que enfrentan él y otros dos jueces supremos: Ángela Vivanco y Jean Pierre Matus.
Durante una breve intervención, el magistrado sostuvo que retomó su puesto para “facilitar todo lo que está relacionado con la acusación constitucional en mí contra, por cuanto el hecho de estar de vacaciones me suspende del ejercicio de las funciones y podría entenderse que de alguna manera hay alguna obstaculización y que en realidad no es mi intención”.
“En el transcurso de la tarde veré el tema de mi defensa… Estoy haciendo los mejores esfuerzos”, agregó.
Muñoz aclaró que no hablaría sobre la acusación constitucional en su contra, afirmando que "no me parece prudente”, junto con confirmar que en la jornada de este martes recibió la notificación de la Cámara de Diputados, a la cual “no he hecho ningún reparo”.
Los cuestionamientos hacia el titular de la Tercera Sala del máximo tribunal surgen por actuaciones de su hija, Graciela Muñoz, quien, por una parte, realizó sin autorización teletrabajo desde Italia en época de pandemia y, en segundo término, porque información que estaba en conocimiento de su padre, y que tenía carácter reservado, habría llevado a la jueza a reconsiderar su inversión en un proyecto inmobiliario.
En ese contexto, se le acusa al ministro Muñoz de omitir su deber de denuncia en el primer caso y sobre lo segundo, no mantener el debido secreto sobre materias que tuvo conocimiento en el marco de un recurso presentado ante el máximo tribunal.
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