
La autoridad admitió que "pecó de ansioso" al referirse al caso, lo que generó confusión sobre la detención y el estado de la investigación.
El alcalde de Curacaví, Christian Hernández, se refirió este lunes a la polémica generada por su participación en la captura de uno de los sospechosos del asesinato del empresario Michael Peñaloza. La autoridad comunal admitió públicamente que su rol en la entrega del imputado fue motivado por la "ansiedad" y que generó una advertencia por parte del Ministerio Público.
La controversia surgió después de que el sospechoso, a raíz de indagaciones de Seguridad Municipal, confesara el crimen a su madre. La mujer, buscando ayuda, contactó al alcalde Hernández para que la ayudara a convencer a su hijo de entregarse a las autoridades. El jefe comunal, junto a la madre del imputado, concretó finalmente la entrega del sujeto en la Comisaría N°63 de Carabineros de Curacaví.
En un punto de prensa, Hernández reflexionó sobre su actuar y reconoció: "Si he pecado de algo, ha sido de ansioso, esperando que hubiera una pronta respuesta a esta situación". El alcalde explicó que su frustración se deriva de la falta de dotación de Carabineros en la comuna y de una reciente reunión con el ministro de Seguridad, Luis Cordero, que le dejó un "sabor amargo".
El alcalde enfatizó que su intervención no tuvo la intención de entorpecer la investigación. "Si en alguna medida, aquella intervención nuestra entorpece la investigación, no tengo inconveniente en reconocer que estamos atentos para no volver a cometer una acción como esa", afirmó. Finalmente, negó haber realizado una investigación paralela al sistema de justicia y seguridad.
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