El ministro de Justicia, Luis Cordero, se refirió a los chats de Luis Hermosilla a los que la defensa tendrá acceso y sostuvo que "es probable que revele una gran cantidad de conversaciones con actores del sistema político en su más amplia variedad".
El ministro de Justicia, Luis Cordero, se refirió al impacto en la opinión pública y en la institucionalidad, que podrían tener los chats de Luis Hermosilla a los que la defensa tendrá acceso.
En conversación con Radio Pauta, Cordero señaló que “el Ejecutivo ha mantenido y va a seguir manteniendo una posición de prescindencia respecto del curso de las investigaciones. El Ministerio Público tiene autonomía, el Gobierno ha manifestado no solo una opinión, sino que ha manifestado que va a respaldar el rol del Ministerio Público”.
El secretario de Estado explicó que en este caso “hay una dimensión política que nadie puede desconocer y está también la dimensión jurídica. La dimensión jurídica, respecto a si hay o no hay delito, es un diálogo entre el Ministerio Público, las partes y los tribunales”.
Además, sobre esa "dimensión política que nadie puede desconocer", indicó que "son un conjunto de comunicaciones que se han revelado y otras que probablemente se van a revelar, que no son constitutivas de delitos, pero da cuenta de comunicaciones impropias, contactos inadecuados, que tienen, y ahí va a la tercera dimensión, un asunto respecto del cual el Gobierno y el Ministerio de Justicia están preocupados hace un rato”.
En esta línea, afirmó que la mayor preocupación es el “impacto funcional en el sistema de justicia”, indicando que el país tiene un problema de desconfianza que llevada décadas.
Al ser consultado sobre qué pasaría si alguna figura de Ejecutivo o del oficialismo apareciera en estos chats, el titular de Justicia reveló que “el Gobierno ha hecho sus evaluaciones desde que estalló el caso”, respecto a “si hay personas que están en el gabinete que tuvieron o mantuvieron contacto con el abogado Luis Hermosilla”.
Cordero aseguró que la única comunicación con Hermosilla fue “cuando iba a asumir el patrocinio de Miguel Crispi y tratamos de coordinar una reunión para ver antecedentes, dado que yo había participado en algunas evaluaciones de antecedentes”.
“La conversación nunca se produjo, porque luego estalló el caso Hermosilla. De hecho, por eso el patrocinio de él nunca se llevó a cabo por lo mismo”, precisó.
El ministro recalcó que “nosotros hicimos todas las evaluaciones y el Gobierno está muy tranquilo sobre este punto”.
En cuanto al jefe de asesores de Presidencia, Cordero mencionó que “tuvo contacto con él para efectos de asumir su patrocinio, pero fueron las conversaciones que puede tener cualquier persona con el que pretendería ser su abogado en un momento determinado”.
“Dadas las características del rol de Luis Hermosilla, no solo por su trayectoria profesional previa, sino que por los roles que cumplió en el pasado, roles públicos y privados, si se van a revelar buena parte de esas informaciones, es probable que revele una gran cantidad de conversaciones con actores del sistema político en su más amplia variedad. Muchas de ellas asociadas a su desempeño profesional, otro probablemente a gestión de terceros”, indicó.
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