Marcos Barraza (PC), exconvencional constituyente y exministro de Desarrollo Social de Michelle Bachelet, aseguró que si se impone la opción En Contra en el plebiscito constitucional de 17 de diciembre su partido no insistirá en una nueva Carta Magna, al menos en este Gobierno.
Marcos Barraza (PC), exconvencional constituyente y exministro de Desarrollo Social de Michelle Bachelet, aseguró que si se impone la opción En Contra en el plebiscito constitucional de 17 de diciembre su partido no insistirá en una nueva Carta Magna, al menos en este Gobierno.
En entrevista con La Tercera, señaló que "las propuestas que los republicanos impulsaron fueron, en términos de análisis estratégico, altamente regresivas. En la interrupción del embarazo en tres causales, cambiar el que por el quien, en los hechos lo que está habilitando es una regresión legislativa".
"Imponer la objeción de conciencia en términos amplios posibilita que las personas tengan objeciones de conciencia, que las instituciones tengan objeciones de conciencia, en ámbitos donde tiene que haber mínimos comunes civilizatorios (...) lo que estamos viendo es una Constitución regresiva y que es estratégicamente pensada para el privilegio de unos pocos y la miseria de muchos", sumó.
Consultado por un posible tercer proceso constituyente, el jefe de gabinete de la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, indicó que "no se puede cerrar como una opción de futuro tener una nueva Constitución legítima de origen y de contenido, eso está siempre presente, pero depende de las capacidades del movimiento social".
"En el presente, no hay espacio tras el plebiscito para un nuevo proceso constituyente durante el Gobierno del Presidente Boric, y ese es un dato de realidad. Los énfasis tienen que estar puestos en resolver problemas acuciantes que tienen que ver con políticas públicas", zanjó.
En la misma línea, el militante comunista recordó que "viene un ciclo electoral intensísimo. Hay que fortalecer la capacidad del Gobierno en materia de sacar adelante las reformas comprometidas. Pero también, la cuestión de fondo es que tras el 17 de diciembre hay que tomar la iniciativa con un conjunto de prioridades que fortalezcan las capacidades de respuesta social del Gobierno frente a problemas que se han postergado o que no tienen resolución. Por ejemplo, la salud".
Sobre si el fin del proceso constitucional significa una derrota ideológica del PC, mencionó que "las razones que movilizaron la existencia de dos procesos constituyentes, agrego el proceso de la Presidenta Bachelet, en términos de problemas sociales que no son resueltos por la institucionalidad política a partir de una norma constitucional inadecuada como es la que existe en la Constitución del 80, está vigente. Y eso, aunque se imponga el “En contra” en este plebiscito, no resuelve el problema constitucional. La Constitución del 80 es mala, pero el proyecto que propone la mayoría de republicanos, es peor aún".
"Lo central es poner al centro esta Constitución, que es fruto de la imposición de republicanos en el Consejo Constitucional. ¿Resuelve los problemas sociales de Chile? Mi opinión es que es una Constitución mala, básicamente porque no resuelve los problemas sociales que el país tiene. Es una Constitución peligrosa, porque debilita los avances sociales que ya han existido. Claramente es una Constitución dañina", acotó.
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