La más que segura carta presidencial de la UDI señaló que nuestro país enfrenta un desafío que no se puede seguir ignorando: "El creciente flujo de migración irregular y su impacto en nuestra seguridad, nuestra economía y nuestra cohesión social", planteó Matthei.
La más que segura carta presidencial de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Evelyn Matthei, presentó en Arica los ejes de su plan de control fronterizo y afirmó que en su eventual Gobierno “la migración irregular no será tolerada”, pues –en su opinión– este es un factor que incide directamente en la seguridad.
“A pesar de ser los extranjeros un 9,9% de la población residente, hoy representan –según Gendarmería de Chile– el 15,2% de los privados de libertad y el 13% de los victimarios de homicidios”, dijo Matthei, quien estuvo acompañada del senador por Arica y Parinacota, José Miguel Durana (UDI) y la diputada miembro de la comisión de Seguridad de la Cámara, Camila Flores (RN), entre otras personalidades políticas.
“Llegó el momento de dejar de lamentarnos. Chile enfrenta un desafío que no podemos seguir ignorando: el creciente flujo de migración irregular y su impacto en nuestra seguridad, nuestra economía y nuestra cohesión social”, afirmó la ex Alcaldesa de Providencia, quien dejó el cargo el pasado 6 de diciembre.
“Esta situación exige respuestas concretas, firmes y responsables. Y por eso estamos aquí, para presentar y ofrecer soluciones. No será fácil, pero se requiere voluntad y determinación si queremos enfrentar esto (...) Chile no puede tolerar a ningún migrante ilegal”, agregó la eventual candidata a La Moneda.
Los puntos que conforman su eje en esta materia ponen énfasis en la infraestructura para el control fronterizo. Para ello “en las principales rutas de acceso de inmigrantes clandestinos, se propone la instalación de barreras físicas (combinación de fosas, muros y otros) para delimitar 240 kilómetros alrededor de los cuatro pasos fronterizos prioritarios, complementados con sensores de superficie y fibra óptica enterrada”.
"Tenemos que tener todo tipo de obstáculos en la frontera que pueden ser pretiles, zanjas, muros, alambre de púa, lugares que estén dinamitados, etcétera", añadió.
Además, propone utilización de cámaras ópticas y térmicas “con alcance de 10 kilómetros y una plataforma de procesamiento de video con Inteligencia Artificial para la detección temprana y automatizada de blancos, evitando el monitoreo manual de pantallas de presentación de imágenes”.
El foco estará puesto “en narcotráfico y robo de vehículos, se incluyen patrullas móviles, cuatrimotos, drones de última generación y globos aerostáticos”.
En cuanto a las capacidades operativas de respuesta rápida, propone “una gobernanza integrada y una respuesta rápida de las fuerzas operativas, coordinadas desde un mando centralizado”, incluyendo el trabajo conjunto de las Fuerzas Armadas y las policías.
Asimismo, propone la creación de dos centros de internación, ubicados dentro de los primeros 10 kilómetros de la frontera, con capacidad para procesar hasta 100 personas cada uno por un máximo de 48 horas.
“Estos centros son móviles y se instalarán según el lugar de mayor ingreso clandestino, inicialmente cerca de Colchane. Están diseñados para evaluar a los migrantes clandestinos mediante tecnología avanzada, incluyendo biometría e interoperabilidad con bases de datos nacionales e internacionales, lo que permite clasificar en forma efectiva las necesidades de protección internacional y ejecutar reconducciones inmediatas a Bolivia o Perú, según corresponda”, plantea.
Junto a lo anterior, propone revisar las reconducciones con Bolivia y la colaboración internacional. En ese sentido menciona que "el reciente acuerdo anunciado es un paso importante, pero se debe hacer cumplir u ocupar sanciones de ser necesario, y entender la flexibilidad de la norma chilena con respecto a las reconducciones, que no requiere una autorización explicita de las autoridades del país vecino al no haber ingreso efectivo a Chile".
En cuanto a la colaboración con organismos internacionales indica que “es crucial para validar la identidad de quienes se mueven por el continente, respetar los derechos de los migrantes y hacer cumplir la norma para reconducir a quien ingresa ilegalmente por un país vecino”.
Finalmente, la estrategia de Matthei propone el "término de privilegios para migrantes clandestinos", suprimiendo “aquellos beneficios que otorguen privilegios respecto de los chilenos y de los migrantes legales. Se complementarán estas medidas con campañas de disuasión y sanciones efectivas a empleadores de migrantes irregulares para abordar el problema de raíz".
Asimismo, dio a conocer el equipo que conforma su grupo de trabajo en esta área, el que estará integrado por Álvaro Bellolio, ex director del Servicio de Migraciones; Roberto Macchiavello, contraalmirante (r) de la Armada; Pilar Giannini, exjefa de la División de Seguridad Pública de la Subsecretaría del Interior; Bernardita Rosales, experta en relaciones internacionales y políticas públicas; Carlos Guazzini, exsubdirector del Servicio de Migraciones; Natan Olivos, exgobernador de Tamarugal; Ricardo Bahamondes, exjefe jurídico del Servicio de Migraciones; y Vartan Ishanoglu, ex jefe de división de inclusión y territorio del Servicio de Migraciones.
PURANOTICIA